El Pitazo te cuenta lo que ha sucedido con el personal médico desde que ocurrió el primer fallecimiento de estos profesionales por causas asociadas al COVID-19. Los principales factores que han ocasionado el deceso de estos profesionales desde que comenzó la pandemia han sido la falta de insumos para la adecuada protección, la edad y las enfermedades preexistentes. A pesar de que en el país desde hace meses se vienen aplicando las vacunas, especialistas señalan que ninguna vacuna es 100% efectiva

Para noviembre de 2021, después de 20 meses de que el COVID-19 llegó a Venezuela, murieron 14 médicos. En promedio cada cuatro días moría uno. Gracias al proceso de vacunación del personal sanitario, que se inició en febrero, las muertes ha disminuido. En septiembre de 2020, por ejemplo, murieron unos dos médicos por día. Una realidad muy diferente a la vivida en los comienzos de la pandemia.

Sin embargo, la situación persiste y esta realidad en el contexto venezolano agudiza aún más la precariedad en la asistencia de la salud pública en el país.

Desde junio de 2020, cuando se reportó el primer médico fallecido por COVID-19 hasta noviembre de 2021 han muerto 541 galenos en Venezuela. El año 2020 cerró con 222 decesos, según el seguimiento diario de El Pitazo. Mientras que en 2021, el medio registró 319 muertes hasta el 30 de noviembre.

Los meses que más registraron médicos fallecidos durante el 2020 fueron agosto con 55 decesos y septiembre con 61, mientras que en 2021 abril, mayo y junio fueron los meses en los que se registraron más muertes: 67, 54 y 48, respectivamente. Para comenzar a desacelerar la tendencia a partir de septiembre, cuando se registraron siete decesos.

Luego que falleció el primer médico en Venezuela por causas asociadas al COVID-19 el 16 de junio de 2020, se reportaron decesos casi a diario. Nada más en junio y julio de ese año sumaron 31 médicos fallecidos. En ese momento, los especialistas explicaron que las principales causas de muerte eran la edad y las enfermedades preexistente.

Jaime Lorenzo, director de la ONG Médicos Unidos, en el trabajo publicado por El Pitazo en agosto de 2020 señaló que los médicos que estaban falleciendo tenían un promedio de edad por encima de los 50 años y algunos de ellos sufrían de hipertensión, obesidad o diabetes.

Otro factor importante que el médico utilizó para explicar los índices de mortalidad era la migración: la mayoría de los profesionales de la salud jóvenes, la generación de relevo, ha migrado y los que quedan en el país son profesionales mayores.

En el reportaje mencionado, José Oletta, ex ministro de salud y miembro de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, explicó otra razón por la cual el personal médico se estaba contagiando. Dijo que los médicos por razones profesionales están expuestos a pacientes que pueden tener la enfermedad, pero son asintomáticos. “Por nuestro trabajo tenemos que ver pacientes que consultan por otras causas y que son asintomáticos, desde el punto de vista respiratorio tienen síntomas muy leves y pasan desapercibidos, entonces el médico adquiere la enfermedad porque no usa el equipo apropiado”.

Las precarias condiciones del sistema de salud y la falta de equipos de seguridad y de desinfección también son un factor influyente en el contagio de los médicos desde que se registró el primer fallecido en el sector.

Mauro Zambrano, dirigente sindical de Hospitales y Clínicas de Caracas y fundador de Monitor Salud, indicó en un trabajo publicado en septiembre de 2020 en El Pitazo, que en los centros de salud no se respetan los protocolos de desinfección por falta de insumos. Explicó que para ese momento 90% de las instituciones de salud se reutiliza el tapabocas y los guantes son usados durante una guardia completa.

Para octubre de ese mismo año El Pitazo pudo determinar, a través del registro diario, que los médicos que estaban falleciendo no habían recibido el resultado de su prueba PCR antes de morir. Lorenzo, para ese entonces, señaló que era una constante que el personal médico muriera sin conocer el resultado de la prueba, y que en el país se debían esperar hasta 20 días para conocer el resultado.

Con vacunas siguen muriendo

En la última semana de septiembre de 2020, las cifras de médicos fallecidos por COVID-19 empezaron a descender. En los meses siguientes las muertes fluctuaban entre 32, 26 y 17 al mes, ya no se registraban las 55 o 61 muertes de los meses anteriores. Lorenzo explicó a El Pitazo, en un trabajo publicado en octubre de 2020, que la disminución se debió a las campañas que realizaron distintas organizaciones para concientizar al personal sanitario sobre el uso adecuado de los equipos de bioseguridad, y gracias a las donaciones de equipos que hicieron esas mismas organizaciones. El director de la ONG Médicos Unidos indicó que el Gobierno venezolano no preparó al personal sanitario cuando en el mundo se encendieron las alarmas por el coronavirus.


El año 2020 cerró con 222 decesos, según el seguimiento diario de El Pitazo. Mientras que en 2021, el medio registró 319 muertes


Después de siete meses en los que se reportaron decenas de médicos fallecidos, el segundo mes que registró menos decesos fue febrero de 2021, con 12 muertos. No obstante, Lorenzo señaló que ese descenso se ve con ojo crítico, ya que pudo pasar que no se estaban contabilizando todos los casos porque la información de las muertes depende de los reportes que brinden otros colegas, porque en el país no se llevan cifras oficiales sobre estas muertes.

Indicó que para esa fecha, según la Academia de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, se debía ver un repunte de casos por la flexibilización que hizo el Gobierno en diciembre y en carnavales. Sin embargo, el médico acotó que el Estado no estaba cumpliendo con el deber de aumentar la capacidad de diagnóstico para procesar mayores cantidades de pruebas PCR.

En marzo, con 40 muertes, se volvió a observar un alza en los números que se mantuvo hasta mayo. El aumento de los casos mortales estuvo relacionado con el incremento de los casos COVID-19 por la llegada de la cepa brasileña al país. Para ese momento, el gremio médico también denunció que desde que había comenzado el proceso de vacunación en el mes de febrero, éstas habían sido insuficientes.

A pesar de las irregularidades en el proceso de vacunación, para el mes de julio se comenzó a observar una disminución en las muertes del personal médico. De registrar 67, 54 y 48 muertes en abril, mayo y junio, respectivamente. En julio, disminuyeron a 17.

A partir de ese momento, el registro se mantuvieron con un promedio de 12 decesos en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre. El sector médico atribuye la disminución de los números a la vacuna. A pesar de la disminución de los casos, en El Pitazo surgió una interrogante, ¿por qué siguen muriendo médicos si el proceso de vacunación en el personal sanitario comenzó en febrero, hace 10 meses?

En un trabajo publicado en noviembre por El Pitazo, el virólogo José Esparza explicó que ninguna vacuna es 100% efectiva, y que la eficacia de las vacunas pueden estar entre un 90% y 95%. Es decir, que hay un margen de 5% de personas que pueden desarrollar la enfermedad de manera grave y morir así esté vacunada.

Para ese mismo trabajo, Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina, señaló que muchas de las muertes del personal médico que han ocurrido en los últimos meses están relacionadas con las secuelas que puede dejar el COVID-19 después de padecerlo. “La edad y las comorbilidades los hace más vulnerables a las reinfecciones”.


Luego que falleció el primer médico en Venezuela por causas asociadas al COVID-19 el 16 de junio de 2020, se reportaron decesos de galenos casi a diario. Nada más en junio y julio de ese año sumaron 31 médicos fallecidos


López-Loyo y Lorenzo concuerdan en que las muertes del personal médico se siguen registrando por la falta de insumos médicos y por el aumento en los casos de COVID-19. Lorenzo indicó que el personal médico puede estar vacunado, pero si están expuestos a zonas con altas concentraciones del virus, como se ve en los hospitales, y sin protección, se puede desarrollar la enfermedad.

Sin médicos

La pérdida de estos profesionales de la salud por el COVID-19, y también por la migración, trae como consecuencia la disminución de la capacidad de atención, no solo para los pacientes que tienen COVID-19, sino para aquellos que presentan otras patologías, explicaron Oletta y Lorenzo en noviembre de 2020 para un trabajo publicado por El Pitazo.


Por nuestro trabajo tenemos que ver pacientes que consultan por otras causas y que son asintomáticos. Desde el punto de vista respiratorio tienen síntomas muy leves y pasan desapercibidos, entonces el médico adquiere la enfermedad porque no usa el equipo apropiado

José Oletta, ex ministro de salud

Lorenzo para ese mismo trabajo dijo que por cada médico fallecido se están perdiendo entre 25 y 30 años de experiencia. Para Oletta se necesitarán de muchos esfuerzos para reponer ese capital profesional y volver a tener a personas con la misma experiencia, calificación y competencias. Enfatizó que muchos de los médicos que han muerto también se dedicaban a educar a otros médicos.

Los especialistas explicaron que para recuperar la experiencia y calidad será muy difícil en una Venezuela como la actual, y tardará muchos años teniendo en consideración que un médico debe estudiar aproximadamente 16 años para obtener una especialidad.