En el liceo los adolescentes deben aprender sobre química, física, inglés, profundizar conocimientos sobre matemáticas y castellano. Desde el 7 de abril están suspendida oficialmente las clases por lo que queda de año escolar. El Pitazo, a través de entrevistas con expertos, ofrece consejos y tips a los padres de adolescentes para llevar la educación a distancia en el hogar

En bachillerato la carga académica aumenta y la dificultad de las materias también. Según el año, las asignaturas varían: en primer año se pueden cursar 9, mientras que en quinto año son 12. Así se ve en la malla curricular publicada en la página del Ministerio de Educación.

Con la cancelación de las clases presenciales, toda esa carga académica se muda al hogar. De acuerdo con los recursos tecnológicos del colegio, la modalidad de envío de contenidos cambia, puede ser por WhatsApp, correo electrónico, páginas institucionales, videollamadas, etc. La entrega de las actividades también varía según la institución educativa. Por fallas en la conectividad y falta de recursos técnicos, algunos profesores no pueden mantener contacto directo con sus estudiantes, así que el rol del padre en el proceso de formación de su hijo en esta cuarentena es fundamental para ayudar a sus representados en la realización de las actividades, en planificar un horario para estudiar, para determinar prioridades y, sobre todo, para dar contención emocional en este proceso que les impide continuar con su rutina habitual, señalan los expertos.

El Pitazo a través de entrevistas con especialistas ofrece recomendaciones y consejos a los padres y representantes de adolescentes para llevar de la mejor manera la educación a distancia en el hogar.

¿Cómo llevar la educación de adolescentes en casa?

Yusela Osuna, psicopedagoga, explicó que es importante en esta coyuntura hablar con los muchachos y concientizarlos de que lo que vivimos no es una situación sencilla. “Los padres también deben concientizar eso. Evidentemente los esfuerzos de los jóvenes será mayor porque no están presenciando clases, trabajando en grupo, aclarando dudas al momento con el profesor. Sin duda, hay un quiebre, por eso hay que concientizar que el esfuerzo que se hace es mayor, pero que en algún momento esto se va a acabar”.


EN ESTE MOMENTO DE AISLAMIENTO, DONDE ALGUNOS ADOLESCENTES NO PUEDEN MANTENER CONTACTO CON SUS PROFESORES POR LA FALLA DE CONECTIVIDAD, ES IMPORTANTE QUE LOS PADRES TENGAN UN ROL ACTIVO EN EL ACOMPAÑAMIENTO PARA HACER LAS ACTIVIDADES DEL COLEGIO, Y QUE LOS MUCHACHOS SIENTAN EL APOYO EMOCIONAL


En bachillerato la cantidad de materias que se ven y los contenidos aumentan su dificultad. Sin embargo, los alumnos tienen muchísima mayor autonomía para hacer sus actividades solos. “Los chicos de bachillerato tienen más habilidades para la parte tecnológica y eso los ayuda”, explicó Osuna. Pero aclaró que el rol del padre es muy importante para hacer un itinerario con el tiempo del adolescente. “Es preciso crear un horario, una rutina en conjunto, porque con esta situación los muchachos tienen el horario invertido: están despiertos hasta la madrugada y se levantan muy tarde. Esto afecta directamente en el aprendizaje porque biológicamente nuestro cuerpo no está preparado para eso –el cuerpo descansa en la noche y en el día está alerta–. Entonces, si el joven se duerme y se levanta cuando quiere, sus niveles de atención y concentración se van a ver afectados”.

Mantener un horario y una rutina permite que el adolescente tenga estructurado su tiempo y pueda cumplir con los contenidos que son enviados por el colegio. “Con esto evitamos que diga que no lo hizo porque no tuvo tiempo. Con este horario el padre puede monitorear y supervisar”, esgrimió Ydais Domínguez, psicopedagoga especialista en adolescentes.

En este momento de aislamiento, donde algunos adolescentes no pueden mantener contacto con sus profesores por la fallas de conectividad, es importante que los padres tengan un rol activo en el acompañamiento para hacer las actividades del colegio, y que los muchachos sientan el apoyo emocional. “Aquí lo principal es que la familia se convierta en un equipo y no dejarle toda la responsabilidad al chamo. Es importante que ellos sientan que sus padres están involucrados en el proceso de alguna forma. Al momento de hacer la tarea entre la familia se puede hacer una tormenta de ideas para obtener una conclusión grupal sobre dónde se puede investigar, cómo se puede investigar, a quién se le puede preguntar. De esta manera todos aportan sobre lo que saben para la elaboración de la actividad”, indicó Sherazzade Márquez, psicopedagoga.

RECOMENDACIONES PARA PADRES DE BACHILLERATO

– Revisar regularmente el canal que el colegio haya determinado para enviar los contenidos, tanto el estudiante como los padres. Esto servirá para monitorear al joven, y comprobar si enviaron actividades o no.

– Ayudar al estudiante a hacer una lista de dudas sobre las actividades. Esto para que al momento que se logre hablar con el profesor las preguntas sean bien puntuales.

– Los padres pueden conocer a los otros papás a través de WhatsApp, hablar con ellos, y compartir la dinámica de cada uno para ver cuál funciona con los muchachos.

– Plantear metas a corto plazo reales y que no sobrecarguen al estudiante. Esto hará que no se acumulen las actividades y que se terminen haciendo todas en un día.

– Las tareas se tienen que distribuir en horarios que no choquen con la dinámica familiar. Por ejemplo: si el joven hará las tareas de una a dos de la tarde, es importante que lo comunique a la familia para que durante ese tiempo no lo manden a lavar los platos y corten su proceso de estudio.

– Tener un lugar cómodo para estudiar. Esto ayuda a la concentración.

– No perder el ritmo ni la regularidad, es decir, no dejar de hacer tareas por tres días porque después cuesta retomar. Por eso es importante hacer en familia una planificación con fechas de entregas y un horario donde se vean reflejadas las materias.

– Que el estudiante haga las actividades que no necesitan investigación de primero y afianzarse en los conocimientos previamente obtenidos.

– Ayudar a priorizar el orden en que se harán las actividades. Comenzar con los más complejo y dejar de último lo fácil.

–Es importante la negociación, no pelear porque se obtendrá el efecto contrario por parte del adolescente.

– Realizar debates sobre un tema de interés para estimular el desarrollo cognitivo.

– Buscar apoyo en el núcleo familiar en los contenidos que no entiendan.

– Buscar en libros o internet.

– Ver tutoriales en Youtube.

Fuente: Yusela Osuna, psicopedagoga. Sherazzade Márquez, psicopedagoga y Ydais Domínguez, psicopedagoga.

Mientras, Domínguez señaló que en este tiempo de cuarentena es importante que el adolescente socialice con sus amigos a través de los recursos que posea, ya que este factor representa un factor muy importante en sus vidas. “El colegio es el espacio de socialización por excelencia de los chamos, de tener vivencias, interrelacionarse, demostrar capacidades, con esta situación esto se ve cortado, y mucho más en los chamos de quinto año que están por salir y estaban planificando todo lo que querían hacer para su graduación. Por eso es fundamental que ellos se puedan comunicar, que hablen sobre sus experiencias de confinamiento y busquen consuelo en sus amigos y se sientan menos solos”.


Es preciso crear un horario, una rutina en conjunto, porque con esta situación los muchachos tienen el horario invertido: están despiertos hasta la madrugada y se levantan muy tarde. Esto afecta directamente en el aprendizaje

Yusela Osuna, psicopedagoga

Continuando en la misma línea, Márquez recomendó a los padres preguntarle a sus hijos por sus amigos, si hablan o no, interesarse por cómo están sus compañeros más cercanos, pero de manera amigable y no invasiva. “Pueden recomendarles juegos a sus hijos para que interactúen entre sus amigos vía online. Mantener el contacto en este tiempo es importante porque esto puede durar muchos meses y no queremos que nuestros hijos se sientan mal si la relación entre sus compañeros cambia por este mismo hecho de no verse”.