Uso masificado de divisas como medio de pago, cierre de empresas por la pandemia del COVID-19 y la consecuente continuidad de la hiperinflación en el país: tres vértices en los que transitó la economía nacional en 2020. Ahora, con la llegada del año nuevo, los pronósticos no son alentadores, aunque auguran el inicio de un periodo de “estabilización en el foso” en medio de la aún latente crisis de Venezuela.
Para expertos de la firma Ecoanalítica, la situación financiera del país en 2021 todavía es incierta. Su director, el economista Asdrúbal Oliveros, sin embargo, considera que existen posibilidades de apertura para algunas áreas específicas. Aún así, señaló con poco optimismo que la espiral hiperinflacionaria -que en Venezuela ya se convirtió en la tercera más larga de la historia- pueda desaparecer durante el próximo año. El balance fue presentado en el foro Perspectiva Venezuela 2021, organizado en Noviembre por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
PARA EXPERTOS DE LA FIRMA ECOANALÍTICA, LA SITUACIÓN FINANCIERA DEL PAÍS EN 2021 TODAVÍA ES INCIERTA. SU DIRECTOR , EL ECONOMISTA ASDRÚBAL OLIVEROS, SIN EMBARGO, CONSIDERA QUE EXISTEN POSIBILIDADES DE APERTURA PARA ALGUNAS ÁREAS ESPECÍFICAS
A continuación presentamos las cinco proyecciones económicas más destacadas elaboradas por Ecoanalítica:
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Oliveros apuntó que en 2021 se espera una contracción más moderada de la economía en 2021, en torno al 1%. El experto dijo que este escenario evidenciará algunos signos de crecimiento en diversos sectores, aunque no suficientes para estimar una recuperación total del aparato productivo. Rubros como alimentos, servicios de salud, retail (minoristas) y telecomunicaciones podrían verse más beneficiados.
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Sobre este indicador dijo que se proyecta en 1.000%, por debajo de 6.500% que proyectó el Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2020, aunque todavía “muy alta en comparación con cualquier país serio”.
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El director de Ecoanalítica considera que la banca venezolana podría ofrecer mayores instrumentos y servicios vinculados al dólar. Esto implica “avanzar más profundamente en lo que se denomina la dolarización financiera y que pudiera abrir un conjunto de oportunidades” y que “es que el Estado tenga la capacidad de cobrar impuestos”, dijo. Un paso, en ese sentido, se dio a finales de noviembre con el anuncio de un nuevo tributo sobre las transacciones en dólares.
Para inicios de 2020, las operaciones con dólares se situaron en 60% y ese porcentaje aumentó a 65,9%, en decir que dos tercios de las transacciones comerciales se hacen divisas. Oliveros sugirió que por esa razón es recomendable trabajar en un entorno multimoneda.
En ciudades como Caracas, San Cristóbal, Nueva Esparta, Maracaibo y Lecherías el grado de dolarización es tan avanzado que el uso del bolívar es una excepción en establecimientos comerciales.
EL ECONOMISTA ASDRÚBAL OLIVEROS DIJO QUE LA INFLACIÓN EL PRÓXIMO AÑO SE PROYECTA EN 1.000 %, POR DEBAJO DE 6.500 % QUE PROYECTÓ EL FMI PARA 2020, AUNQUE TODAVÍA SERÍA «MUY ALTA EN COMPARACIÓN CON CUALQUIER PAÍS SERIO»
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En este segmento, Oliveros afirmó que se espera un aumento de 26% en el flujo de remesas, luego que estas se ubicaran en 1.500 millones de dólares en 2020, lo que representa una caída de 57,14% en un año, como consecuencia de la pandemia. “Eso es una buena noticia porque va impactar positivamente el consumo de las familias que dependen de las remesas”, mencionó el director de Ecoanalítica.
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Por último, Oliveros explicó que ante el progresivo aumento del tipo de cambio y la devaluación de la moneda nacional, se prevé una nueva reconversión monetaria o, incluso, la implementación de una nueva moneda para el próximo año. “Probablemente el gobierno le va quitar cinco ceros a las monedas y hay que prepararse”.
Se trataría de la tercera reconversión en 20 años con el chavismo en el poder, después de las que se ejecutaron en 2008 y 2018 que le quitaron tres y cinco ceros al bolívar, respectivamente.
En relación al balance de la economía venezolana en el 2020, Oliveros apuntó que debido a las medidas adoptadas para combatir el coronavirus (confinamiento parcializado) y la crisis de los últimos siete años, el desplome económico de este año se ubica en 32%, mientras que la inflación se remonta por encima del 2.000%.
Las importaciones de bienes finales aumentaron un 26%, en el primer semestre y terminó en 2020 en el orden de siete mil millones de dólares, bajo en comparación a la llegada de Nicolás Maduro al poder, cuando se importaron cerca de mil millones por trimestre.
Por otro lado, los efectos de inflación y devaluación con respecto al incremento de los precios marcados en dólares provocaron hasta octubre un salto de al menos 25%, con lo cual el blindaje en divisas no es 100%.
PARA EL PRÓXIMO AÑO TAMBIÉN PODRÍA PRODUCIRSE UNA NUEVA RECONVERSIÓN MONETARIA O LA IMPLEMENTACIÓN DE UNA NUEVA MONEDA, SEGÚN ESTIMACIONES DE ECOANALÍTICA
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