La imagen del Metro de Caracas que lo presentaba como un ejemplo de civismo y vanguardia quedó atrás. El deterioro del sistema de transporte, evidenciado particularmente por sus fallas y retrasos, trastocó también sus instalaciones, y especialmente el patrimonio cultural que descansa a lo largo de sus 46 estaciones. Las obras de arte y esculturas que ambientan las paradas, elaboradas por una veintena de artistas y escultores nacionales e internacionales a propósito de la puesta en marcha hace 35 años del Proyecto Cultura del Metro de Caracas, hoy sufren los golpes del abandono y el descuido.
En un recorrido que realizó el equipo reporteril de El Pitazo en alianza con IAM Venezuela por 9 estaciones de la Línea 1 del Metro de Caracas, que comprende el tramo Propatria-Palo Verde, se pudo constatar que gran parte de las 24 obras expuestas están sucias con polvo y manchadas con marcas de spray, oxidadas, decoloradas, fracturadas, rayadas y desvalijadas en sus estructuras por la acción de vándalos, como ocurrió el año pasado con la pieza El Kaleidoscopio (1987), de la escultora Beatriz Blanco, ubicada en la estación Chacaíto, cuya silueta en bronce de una mujer fue arrancada por hombres afiebrados por obtener el metal.
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