De forma natural y sin planificarlo, Eva fue rompiendo cánones sociales en su trayecto de niña a mujer. Logró entrar a la Universidad de Carabobo, la que deseaba y que alcanzó pese a su origen humilde. Viajó fuera de Venezuela a prepararse académicamente, a pesar de no contar con recursos económicos. Lideró posiciones de dirigencia dentro de su casa de estudios y en espacios políticos donde normalmente comandan los hombres, y logró echar adelante un proyecto personal que ya está consolidado. Todo eso lo ha alcanzado apenas con 25 años de edad.
Nació el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, y quizá esa sea la razón que explica que desde pequeña le interesen las formas en que las mujeres alcanzan posiciones de liderazgo y cómo sus acciones mejoran aspectos puntuales de la sociedad. Ella establece un nexo natural entre esa fecha de su nacimiento y sus intereses diciendo que “descubrir el concepto de empoderamiento femenino fue como cuando tu naces con algo, pero no sabes cómo se llama y por fin le pones nombre”.
Eva es licenciada en Ciencias Políticas, emprendedora y madre de EmpoderaME, un proyecto de formación exclusivo para líderes femeninas en toda Venezuela que funciona desde 2017 y que hasta el momento ha formado a 360 jóvenes en sus tres programas e impactado a más de 200 mil personas a través de su voluntariado.
Eva Sabariego
Para esta joven, los valores sembrados en su hogar, en el que la igualdad entre hombres y mujeres fue ley, la forjaron para la labor que hoy lleva en sus hombros de educar a jóvenes de entre 15 y 30 años a cultivar el amor propio, instruirse como líderes políticas y sociales y ser artífices de proyectos empresariales sostenibles en el tiempo.
“Creo que mi mayor orgullo es mi equipo de trabajo. Es una red que tejimos de mujeres y hombres que creen en Venezuela, y tener el privilegio de poder guiarlos y ver la transformación de una persona es realmente maravilloso”, dice Eva cuando se le consulta sobre la mayor satisfacción de su trabajo.
Además, se siente orgullosa de haber podido visitar lugares y representar a Venezuela en espacios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y hasta de la Universidad de Harvard. Sitios que estaban muy lejos para ella cuando vivía en su natal Valencia, en el municipio Los Guayos y los creía inalcanzables.
Para Eva, “haber estado allí representando a Venezuela me enorgullece, y no te habla una persona que creció con privilegios, sino una que simplemente sigue apostando al país y que aprendió a trabajar por lo que desea alcanzar y lo que desea cambiar en el mundo”.
Para Eva, las diferencias establecidas entre hombres y mujeres en cuanto a oportunidades nunca fueron una limitante, por eso asegura que lo más complicado de emprender es “creer que las cosas te están pasando” y cultivar la responsabilidad necesaria para llevar adelante una idea que se convierta en tu proyecto de vida.
“En mi casa no me criaron con esa idea de que por ser mujer no podía hacer las cosas, y lo agradezco porque eso me hizo ser osada en todos los aspectos. Pero desarrollando EmpoderaME noté que mi realidad no era la misma que la de otras mujeres, y comencé a revisar patrones en la sociedad que hacen que las mujeres sean menospreciadas y desechadas”, explica Eva.
Por eso, Eva Sabariego celebra cada transformación de una mujer en los programas de EmpoderaME como suya. Ha visto a mujeres que fueron agredidas física y psicológicamente surgir, recuperarse y salir adelante. Ha logrado que chicas que no conocían el concepto de empoderamiento y estaban anuladas políticamente se conviertan en activistas y líderes en sus comunidades y que otras con ideas, pero sin apoyo, logren concretar empresas prósperas dentro y fuera de Venezuela.
Eva Sabariego
Asegura que “el cambio es de 180 grados, no hemos tenido una experiencia de una persona que termine igual”. Allí radica su fe en el empoderamiento y el liderazgo femenino como una herramienta real para cambiar la realidad venezolana.
“Estoy segura de que en la medida en que podamos hacer que más mujeres participen el proceso de consolidación de la democracia va a ser más efectivo… Somos la mitad de la población y pensar en consolidar políticas públicas sin mujeres es imposible en este momento”, dice.
Eva apunta con certeza que son las mujeres las que deben gobernar este país. “Pero no puede ser forzado, tiene que nacer de la misma mujer estar allí. Por eso que a veces obliguen a que estén no necesariamente garantiza la participación”.
Esta web usa cookies.