EN CUARENTENA CON EL AGRESOR (II)

El confinamiento aleja de redes y personas de apoyo a quienes sufren violencia por parte de sus parejas y permite al agresor tener mayor control sobre todos los recursos y, por supuesto, sobre la víctima. Especialistas explican a El Pitazo por qué es importante el acompañamiento y cuáles son los servicios de los que se puede echar mano

De acuerdo con una declaración de Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora Ejecutiva de ONU Mujeres, publicada el 6 de abril, el aislamiento en el que se encuentran 90 países es la situación perfecta para ejercer un comportamiento controlador y violento en el hogar. Además, expuso: “Incluso antes de que existiera el COVID-19, la violencia doméstica ya era una de las violaciones de los Derechos Humanos más flagrantes. En los últimos 12 meses, 243 millones de mujeres y niñas (de edades entre 15 y 49 años) de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental”.

Cuando la cuarentena en Venezuela apenas comienza a flexibilizarse, muchas mujeres, adolescentes y niñas siguen confinadas con sus agresores. 

De ahí que durante esta emergencia mundial sea tan importante acompañar y apoyar a quienes pudieran estar en riesgo en sus hogares. Melanie Agrinzones y Nohelia Urbina, activistas y líderes del Grupo Feminista Uquira, manifiestan que para las mujeres víctimas de violencia doméstica las posibilidades son limitadas: “No solo por la pandemia, sino por el ámbito social de Venezuela, la desinformación y la impunidad”. 


 La primera forma de involucrarse es creando conciencia sobre el hecho de que la violencia contra la mujer no es un problema privado entre una pareja, sino que se trata de un delito

Jorge González, representante en Venezuela del Fondo de Población de las Naciones Unidas

Aunque la responsabilidad de prevenir, atender y proteger a las víctimas es del Estado venezolano, de acuerdo con la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la ciudadanía hace parte esencial en la prevención de estos delitos. 

Yolima Arellano, abogada especialista y coordinadora del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres –núcleo andino–, apunta que “la sociedad civil debe cumplir un rol fundamental en el acompañamiento a las víctimas, tanto en la comunicación, la empatía y la provisión de información sobre los recursos a los que puedan acceder en caso de emergencia”.

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No es un asunto privado

Para poder apoyar a una víctima de violencia doméstica es necesario entender que sus diferentes formas constituyen un delito: insultos, intimidaciones, amenazas, golpes, manoseos, acercamiento sexual indeseado, violación, aislamiento, control de las comunicaciones y restricción del acceso a los recursos familiares. 

Jorge González, representante en Venezuela del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés), insiste: “La primera forma de involucrarse es creando conciencia sobre el hecho de que la violencia contra la mujer no es un problema privado entre una pareja, sino que se trata de un delito. (…) En caso de violencia física que ponga en riesgo la vida de la mujer, cualquier persona que haya sido testigo o tenga conocimiento de la agresión puede hacer una denuncia para que los cuerpos policiales actúen de manera inmediata”. 


A veces solo basta con compartir lo que te llega de buena fuente en tu grupo de amistades para que alguien que necesite ayuda, sin que lo sepas, pueda tener acceso a la ayuda que necesitas

Georgia Rothe, analista en la Organización Latinoamericana Asuntos del Sur y abogada experta en violencia de género

Durante el confinamiento por la propagación de COVID-19, el acceso a redes y personas de apoyo disminuye. Georgia Rothe, analista en la Organización Latinoamericana Asuntos del Sur y abogada experta en violencia de género, asegura que esta emergencia, considerando las diferentes realidades de todos los grupos de la población, “posiciona a las mujeres en una situación de mayor vulnerabilidad por el control del agresor en la casa y las coloca en un inminente peligro con la incertidumbre de qué hacer, adónde ir, cómo escapar, en caso de que la situación sea insostenible”. 

Por eso considera que es importante replicar la información que llegue, siempre que sea de buena fuente: números de atención, campañas de autocuidado, redes de contención. “A veces solo basta con compartirlo en tu grupo de amistades para que alguien que necesite ayuda, sin que lo sepas, pueda tener acceso a la ayuda que necesitas”. Sin embargo, asegura, que son posibilidades limitadas disponibles únicamente para quienes cuentan con un teléfono celular y tienen conexión a Internet. 

Redes de apoyo

Desde el Grupo Feminista Uquira valoran el acompañamiento de las personas cercanas a las víctimas porque a muchas mujeres les da miedo o no tienen la oportunidad de decir que están siendo agredidas. “Mucha gente que es cercana no denuncia por indiferencia sobre el tema y, por supuesto, el aislamiento intensifica la posibilidad de que una mujer sea víctima de femicidio”, alegan sus voceras. 

Rothe apunta: “Se tiene por cierto que solo el 10% de las mujeres denuncian y uno de los grandes factores para hacerlo es sentirse apoyadas, tener contención emocional”. Según datos de ONU Mujeres, menos de 10% de las víctimas busca apoyo en los cuerpos de seguridad en caso de alguna agresión. 

A pesar de que la dinámica laboral de todos los sectores se ha transformado producto de la pandemia, Arellano considera que las mujeres deben saber que los operadores de justicia siguen trabajando y pueden solicitar apoyo o denunciar. 


Mucha gente que es cercana no denuncia por indiferencia sobre el tema y, por supuesto, el aislamiento intensifica la posibilidad de que una mujer sea víctima de femicidio

Grupo Feminista Uquira

Algunos de los servicios de los que se puede echar mano en caso de ser víctima o conocer a alguna

El Ministerio de la Mujer ha habilitado la línea telefónica 911 y lo pueden ubicar en las redes sociales como @Minmujer, la Fiscalía Especializada para la Defensa de la Mujer atiende por el número 0212-5098684. 

Los Tribunales de Violencia contra la Mujer están de guardia para atender casos de flagrancia y los organismos de Policía como el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas están recibiendo denuncias.  

Desde la sociedad civil, están la web Dilo Aquí, llamar al número 0424-1981060 o al correo [email protected]; o la alianza conformada por CemUCV, Cepaz y Fundamujer, que brindan atención psicolegal por los números 0414-3071273 y 04241831025 o al correo [email protected]; entre otras organizaciones de la sociedad civil que están prestando estos servicios.