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Carúpano cumple 372 años con un casco histórico en ruinas

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Los bustos y placas de bronce, ubicados en la catedral Santa Rosa de Lima, la plaza Santa Rosa y el museo histórico, fueron hurtados por los delincuentes. Historiadores de Carúpano tienen una lucha constantes para que no se pierda las arquitecturas que datan de la época republicana

Las casas de bahareques que están a medio caer permiten pensar que el tiempo en el casco histórico de Carúpano se ha detenido; permiten imaginarse una retreta, como esas que se hacían en la plaza Santa Rosa, y que en nada envidiaban a las de Caracas, recuerda su gente. Las viviendas coloniales de la época republicana con balcones, ventanales y fachadas imponentes se muestran como una fotografía en blanco y negro.

La parte interna de la casa donde vivió la heroína de la independencia se encuentra totalmente destruida | Yesenia García

De ese casco histórico, ubicado al final de la calle Independencia solo hay retratos y el entusiasmo de los habitantes de Carúpano, municipio Bermúdez del estado Sucre, que no permite que desaparezca esa referencia histórica. Este 23 de diciembre, la ciudad celebra 372 años de su fundación eclesiástica y lo hace con una zona turística deteriorada, olvidada por las autoridades locales, regionales y nacionales.

Se trata de una zona que recibe miles de feligreses y visitantes en temporadas altas porque allí se encuentra la catedral de la ciudad, sí como el Registro municipal, el Museo Histórico, la casa del cable Fundación Prosperi y algunas casas de comercio. En diciembre, unas 500 personas a la semana, entre jóvenes y niños, se congregan en la plaza.

Así es este lugar: las calles son de piedras y angostas; las casas son de la época republicana, de esas que tienen largos pasillos, grandes ventanales y puertas; la catedral Santa Rosa de Lima está plantada en toda la esquina de una pequeña plaza con una fuente en el medio. La construcción de dos grandes edificios, uno de tres y otro de dos pisos, de cementos y bloques, pretenden acabar con esa parte del pasado de Carúpano.

Ricardo Mata, cronista de Carúpano, ve con preocupación lo que ocurre con este espacio que forma parte de la historia venezolana. Recuerda que en 2012 el Museo Histórico y la Asociación de Cronistas logró que el Concejo Municipal dictara una medida de protección que prohíbe que la edificación donde vivió Luisa Cáceres de Arismendi fuera demolida; sin embargo, la falta de recursos económicos para su restauración originó que la construcción terminara cediendo.

En ruinas

Los habitantes de Carúpano se quejan del deterioro y el descuido de los espacio, a pesar de que hace cinco meses la Fundación Prosperi y la Alcaldía de Bermúdez pintaron las fachadas de las casas con colores llamativos, como parte de un plan de embellecimiento. Lo hicieron a pesar de que algunas casas tienen un deterioro progresivo, como aquella en la que el general Juan Bautista Arismendi y Luisa Cáceres de Arismendi vivieron entre los años 1821 y 1826, y donde nacieron sus dos hijos, según registros bibliográficos.

En esa vivienda, signada con el número 7 de la avenida Independencia, funcionó el hotel Carúpano. Ruth Milena Giulliani de Salcedo, habitante y vecina de esa residencia, tiene especial afecto por ese inmueble; ella creció viéndolo. “Esa casa es un patrimonio, pero las autoridades no han prestado atención a lo que eso significa para nuestro legado histórico. De esa casona de dos pisos solamente queda la fachada y se está cayendo a pedazos”, cuenta.

En ese lugar, un cartel advierte “cuidado” a los transeúntes y al mismo tiempo se observan restos del bahareque y de las piedras en la acera. En la esquina que forma la avenida Independencia y el callejón Santa Rosa se ubica el Museo Histórico de Carúpano, también llamado Casa Massiani, que desde 1995 alberga piezas arqueológicas y colecciones de objetos antiguos. También está deteriorado.

Desde hace seis años, la infraestructura presenta daños en los techos y pisos, y necesita fumigación contra las termitas o comejenes pues han infectado la madera. Milagros Rosario es la directora de esta institución y describe lo que ocurre en un interior: “Las barandas de la escalera desde hace seis años amenazan con caerse, por eso colocamos una cinta advirtiendo peligro para que las personas no se acerquen a ese lado. Las paredes tienen filtraciones. Pero lo más delicado es el piso de la parte de arriba, que está cediendo por completo”.

Rosario explica que algunas instituciones han colaborado para el mantenimiento de la institución, pero la inversión se queda corta ante las necesidades que tienen. “Esperamos que este año se pueda fumigar y arreglar el piso, que es algo muy necesario. Otra cosa que necesitamos es seguridad, pues los delincuentes vienen cometiendo robos desde el año 2016”, indica.

Ola delictiva

Registros policiales indican que desde 2016 el casco histórico de Carúpano se ha convertido en guarida de delincuentes. Suelen esconderse en la plaza Santa Rosa o en las viviendas en ruinas para perpetrar sus delitos. En promedio ocurren ocho delitos diarios en el sector, entre ellos robo de carros, arrebatones y secuestros.

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La falta de alumbrado público y de patrullaje policial en la zona facilita los delitos. Un habitante que prefirió hablar desde el anonimato por temor a la delincuencia, dijo que quienes caminan hacia la catedral o hacia el registro principal son asaltados con pistolas. “Los conductores son abordados por motorizados cuando están estacionando sus autos, los obligan a bajarse y a entregarles el carro”, relata.

De este tipo de hechos existen reiteradas denuncias ante el Cuerpo de investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Fuentes en este organismo de seguridad precisan que al menos dos personas a la semana denuncian hurtos de carros y robos.

Ni la catedral Santa Rosa de Lima ha salido airosa de esta situación. En cuatro oportunidades ha sido objeto de robos, la última vez fue el 23 de octubre del 2018, cuando sustrajeron el equipo de sonido, dos aires acondicionados y fueron violentadas las cerraduras. El padre José Mogollón, párroco del templo, detalla que las placas de bronce del templo donde se indicaba la fecha de su fundación y la de la plaza interna, también fueron robadas.

“Nosotros, incluso, intentamos reforzar la seguridad colocando una cerca, pero como el templo es patrimonio cultural, la municipalidad lo prohibió. La falta de alumbrado también conlleva a que se produzcan actos de violencia y robos a feligreses hasta dentro del templo”, subraya Mogollón.

Proyecto engavetado

A través de la Misión Venezuela Bella, la Alcaldía de Bermúdez ha mejorado la fachada de la avenida perimetral Rómulo Gallegos y el Centro Recreacional Don Rafael Montaño, pero no incluyó el casco histórico de Cumaná a pesar de que le fue solicitado. Ante esto, Ricardo Mata, cronista e historiador, asevera que en Carúpano hay que deslindar dos épocas: la colonial y la republicana. que deben ser preservada.

“La Asociación de Cronistas y la Comisión Bicentenaria hicieron tres propuestas en el marco de la Misión Venezuela Bella y una de esas es mejorar nuestro casco histórico. La segunda era retomar la ordenanza sobre Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, mientras que la otra es crear un programa de devolución de bustos a las plazas mediante la alianza con pintores, artesanos y escultores, algo de lo que tiene pleno conocimiento la alcaldesa Nircia Villegas”, refiere.

El historiador señala que también formularon en el mes de enero de este año 2019, ante la mesa de servicios públicos del ayuntamiento, que se pintaran las esquinas del casco histórico como parte del programa de embellecimiento y humanización de la Alcaldía de Bermúdez, pero tampoco se ha cumplido.

“La jornada se llamaría ‘Cada esquina para los libertadores’ y se colocarían frases de algunos de ellos. La propuesta de embellecimiento y recuperación de la ciudad fue puesta en manos de la alcaldesa para que se tomara en cuenta en el Plan Venezuela Bella, pero creo que no vienen actuando en ese sentido, porque no se siguieron esos lineamientos”, expone.

El antropólogo considera que si aplican ese programa se rescataría gran parte de la arquitectura de Carúpano. Cree que es posible materializar alianzas con el sector turismo y las empresas agrícolas para lograrlo, incluso con el apoyo del Gobierno nacional.

“Yo creo que se debe salvaguardar el patrimonio de Carúpano antes de que se venga abajo, como es el caso de la casa de Luisa Cáceres de Arismendi, que luego de que se paralizó su demolición se dejó caer por falta de inversión del gobierno local. Esto es una lucha de largo alcance que tenemos los historiadores para que no se termine de perder la arquitectura de la época republicana de Carúpano.

Yesenia Garcia
Publicado por
Yesenia Garcia

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