A partir del 4 de septiembre tendremos nuevo sistema de cobro de combustible en la frontera a través del carnet de la patria y a un precio superior al de la gasolina colombiana.
Entonces los venezolanos, que últimamente nos hemos graduado como sacadores de cuentas, comenzamos a echar número: en Colombia el precio promedio de la gasolina es de 2.346,38 pesos colombianos el litro, que equivalen a 76 centavos de dólar estadounidense y a 7 millones 600.000 bolívares al cambio del dólar paralelo o a 4 millones 560.000 bolívares al cambio del dólar Dicom.
Le toca hacer a usted la multiplicación según el número de litros que llene el tanque de su carro para luego multiplicar por el número de veces que usted necesitará cargar combustible al mes.
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Esa es la cuenta que a partir de ahora sacaremos los venezolanos todos los días si además la variación en el precio de la gasolina va a depender del precio del barril del petróleo en un sistema flexible pero que también está sujeto al petro, esa unidad de cuenta que todavía no aparece por ningún lado. Y esto como una estimación base, porque si, como dijo Maduro, el precio va a ser superior al que tiene la gasolina colombiana, pues podríamos entonces asegurar que, por ahora, el litro de gasolina le va a costar a los venezolanos más de 7 millones 600.000 bolívares fuertes.
El anuncio lo hizo el presidente pasadas las 8 y 30 minutos de la noche de ayer, 30 de agosto, solo por Facebook e Instagram Live; no hubo cadena. 30 de agosto, justo el último día para asistir al Censo Nacional de Transporte, un registro que permite el subsidio de la gasolina mediante el otorgamiento del Carnet de la Patria.
Ayer, parte de las conversaciones del día eran sobre el tema: ¿ya te sacaste el Carnet de la Patria?, ¿y cómo vas a pagar la gasolina de tu carro si no tienes Carnet de la Patria? Oye, ¿tendrás bastante real no?, me iré a pié, agarraré taxi, utilizaré mi bicicleta, respondían.
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El tema es esa tecla que nadie quiere que le toquen. Es el cable a tierra del que no se sabe si hasta chispas saldrán. Bueno, como ocurrió anoche en Maracaibo, estado Zulia.
El Gobierno aspira a que sean muchos los beneficiados con el subsidio. Así el aumento se sentiría, pero con el aliciente de que «la casa paga» pensarán que quizás la molestia no será tan agresiva. El Gobierno aspira a que sean pocos los que se resistan y que asuman, por su cuenta, las consecuencias de no querer entrar en el carril. Un sistema de dominio que no sabemos hasta qué punto, qué día, qué mes podrá ser eficiente. El Gobierno sabe que hay que ir como Luis Fonsi… despacito. Como quien dice, poquito a poquito, y así será, que el anuncio de anoche no fue en cadena nacional.
Y es que el aumento de la gasolina, algo necesario según economistas de cualquier postura ideológica y fundamentación académica, es un tema tremendamente sensible, como sabemos, para el pueblo venezolano, que ya acusó recibo de un aumento por allá por 1989 cuando con el Caracazo se abrió un hueco en la historia del país.
Toca seguir esperando a ver qué pasa.
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