La niña venezolana era oriunda del estado Trujillo | Foto: referencial
Este martes se dio a conocer en redes sociales el femicidio de la niña Sarai Colmenarez, que se efectuó el pasado 24 de enero. Existe evidencia para pensar que su caso es más que un homicidio aislado. A continuación, la diferencia entre ambos términos
Según el Código Penal venezolano, el homicidio sucede cuando una persona mata a otra de manera intencional. En el caso del femicidio, el artículo 57 lo típica como el «asesinato de una mujer motivado por odio o desprecio a la condición de mujer».
Algunas veces, estas razones de género se evidencian cuando el asesino atribuye «deberes» a su potencial víctima, como el de corresponderle románticamente. Bajo la perspectiva de derechos humanos, es un error calificarlo como «crímenes pasionales».
A continuación, tres formas de comprobar que se trata de un femicidio y no de un homicidio:
• La víctima tiene lesiones o mutilaciones, marcas de tortura, ahorcamiento o cortaduras en alguna parte de su cuerpo o signos de abuso sexual.
• Si antes la víctima mencionó que sufría amenazas, golpes, humillaciones, gritos o acoso por parte de algún individuo.
• Si se comprueba que el presunto culpable y la víctima tenían una relación de afinidad. Esto incluye noviazgo, matrimonio, o cuando se conoce que el victimario estaba obsesionado con la mujer en cuestión.
Una falla en la planta Genevapca dejó sin servicio eléctrico a ambas refinerías desde la 1:00 am de este martes 22 de febrero. Esto ocurrió en las refinerías Amuay y Cardón del Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), ubicadas en la Península de Paraguaná del estado Falcón.
La emergencia se activó luego de que la planta fallara y dejara sin luz a la refinería Cardón y, posteriormente, a Amuay. Desde las 3:00 am, los trabajadores están en el lugar intentando arrancarla, pero hasta las 7:00 am esto no había sido posible. Los empleados de las contratistas que prestan servicios a Pdvsa no habían tenido acceso a sus áreas de trabajo. Todos estaban concentrados en los patios centrales de cada refinería esperando que se les diera acceso.
Quienes viven en la aldea Caliche, en la parte alta del municipio Ayacucho, al norte del estado Táchira, tienen problemas de vialidad desde hace meses. La situación empeoró con las lluvias de los últimos días, por lo que decidieron intentar solucionar el problema ellos mismos con las herramientas que tienen.
Con picos y palas, el Consejo Campesino comenzó a abrir paso en la carretera desde el 2 de febrero. El material rocoso impide el tránsito de vehículos y así no logran vender sus cosechas.
Por las lluvias registradas en Táchira durante los últimos días, el alcalde del municipio Ayacucho, Yonny Liscano, pidió a las empresas públicas y privadas ayuda con maquinarias y camiones para poder despejar las distintas vías de acceso a la localidad que están afectadas por deslizamientos de terreno.
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