Frente a la reacción reciente de Nicolás Maduro ante el informe emitido por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y en vista de que solo faltó que el presidente del Psuv exigiera la intervención del VAR, en una versión más sofisticada adaptada para escritos y con capacidad para analizar entornos políticos, urge realizar una verdadera revisión interpretativa de lo expresado en el documento, al menos de algunos de sus puntos, aún a pesar de que Bachelet incorporó en éste la propia revisión del gobernante, pues ella misma le envió el informe el 28 de junio para que Maduro pudiera realizar sus descargos. No fue cosa de ya para ayer, ni de ahorita para más tarde. Ni siquiera fue una tarea de hoy para mañana. Fue después de haberle concedido 10 observaciones a Maduro y de haber transcurrido una semana entera, que el informe se difundió el jueves 4 de julio. Tiempo de sobra.
«Van para el cielo y van llorando», dirían algunos. Dándoles el beneficio de la duda y, aún y cuando el informe también tiene fuertes críticas del lado de quienes condenan o cuestionan al régimen madurista, le preguntamos al abogado constitucionalista Juan Manuel Raffalli acerca de varias cuestiones, comenzando por la revisión de la parcialidad o imparcialidad del escrito que, según el también profesor universitario, no parece ser el punto más neurálgico de lo expresado por el equipo de Bachelet.
Revisando incluso cuales podrían ser los efectos inmediatos de este documento de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Raffalli asegura que si ya era difícil abogar por el Gobierno, pues a partir de ahora será aún más complicado.
Incluso Raffalli considera que el informe escala la posibilidades de las negociaciones las partes enfrentadas a un territorio completamente distinto muy favorable para la oposición.
Pero además, lo que se lee en esas dieciocho páginas y las conclusiones a las que se puede llegar, debería tener una consecuencia inmediata en el ámbito institucional y en el marco de cualquier sistema que se precie por ser democrático.
Otro punto que ha causado polémica es el que refiere un calendario de 10 visitas a Venezuela en un lapso de dos años por parte del equipo de la ONU para los Derechos Humanos. Algunos consideran esto como la evidencia de que el suplicio con Maduro pica y se extiende. Raffalli no, pues hace énfasis en que la medida sería implementada con el Estado venezolano, sea quien sea que lo administre en ese tiempo.
El informe representa ahora un perfecto «nudo gordiano» pues habla de un problema tremendamente difícil que requiere de una solución rápida y que además pareciera dejar de boca apretada a muchos de los más críticos y predispuestos con Bachelet por sus orígenes políticos de izquierda y sus abrazos y sonrisas en el pasado con quienes irrumpieron desde el Foro de Sao Paulo en las primeras magistraturas de numerosos países latinoamericanos.
El informe marca un hito justo al inicio del segundo semestre del año, momento en el que el acercamiento entre gobierno y oposición fue suspendido a causa del asesinato del capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo.
Esta web usa cookies.