Aun en aquellos países en los que la vacunación de su población avanza sin contratiempos, algunas grandes empresas consideran hacer del teletrabajo algo permanente, ya sea que los empleados trabajen 100% desde casa o se combine el trabajo remoto con el trabajo en oficinas.
España y Chile son dos de los países que aprobaron leyes para establecer un marco jurídico que rija el teletrabajo. En el caso de Venezuela, aunque el titular del Ministerio para el Trabajo, Eduardo Piñate, afirmó en febrero de este año que impulsarán una normativa que se ajuste a esta nueva modalidad, aún no hay avances.
Desireé Izaguirre, especialista en teletrabajo y CEO Fundadora de Profesional Virtual, sostuvo en entrevista para El Pitazo que urge establecer reglas claras en esta materia y que se definan las obligaciones y responsabilidades del empleador y el empleado para garantizar el buen desempeño y la productividad laboral. “Si el empleado incurre en gastos debido al trabajo remoto, ¿quién paga? Hay que aclararlo lo más pronto posible”, sentenció.
La especialista explicó que algunas directrices laborales tendrían que ser más flexibles como consecuencia del trabajo remoto, sin desestimar el acceso a equipos electrónicos por parte del empleado, así como también a servicios básicos como internet, luz, telefonía móvil o fija, etc, aspectos que inciden directamente en la productividad laboral.
Izaguirre recomendó que, mientras no haya una legislación en el país, patronos y empleados deben acordar las condiciones, responsabilidades y obligaciones de cada uno, refrendarlas por escrito y “digitalizar aquellos beneficios laborales” que, al no asistir a las oficinas, no representan ningún provecho ni ganancia.
