Foto: Tal Cual
De acuerdo con la Encuesta Condiciones de Vida (Encovi) de 2021, la migración masiva de venezolanos ha generado grandes cambios demográficos. 60 % de quienes emigran son personas entre 15 y 50 años, lo que se traduce en la disminución de población joven activa y convierte a Venezuela en un país de adultos mayores y niños.
Ese movimiento migratorio ha hecho que muchas personas mayores se queden solos, en su mayoría sin recursos y dependientes de la pensión mensual que entrega el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, que no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. De acuerdo con la directora de proyectos de la organización no gubernamental Convite, Francelia Ruiz, este grupo etario ha pasado de experimentar el síndrome del nido vacío al síndrome de la vejez abandonada.
La falta de políticas gubernamentales para atender a este sector de la población ha hecho que las personas de la tercera edad tengan que escoger entre comer o comprar medicamentos. Según las investigaciones realizadas por Convite en 2021, 86% de adultos mayores están en condición de pobreza, ya que si bien 70% tiene una pensión de vejez, no es suficiente para proveerse de los bienes y servicios más básicos para subsistir.
Asimismo, según el monitoreo de la organización, más de 80% de las personas mayores consultadas requieren tomar algún tipo de medicamento, pero solo 5% de los encuestados puede tomarlos con regularidad. En ese sentido, Ruiz asegura que los adultos mayores están en una constante batalla por la supervivencia, al tiempo que destaca que si bien la escasez de fármacos se ha reducido, ello no garantiza el acceso debido a los bajos ingresos que perciben las personas mayores.
Ruiz sostiene que incluso aquellos ancianos de clase media que trabajaron toda su vida para garantizar un ingreso que les permitiera vivir la vejez con tranquilidad, han visto cómo sus ingresos por concepto de jubilación se diluyeron. Además, llama la atención sobre los adultos mayores que han quedado a cargo de propiedades, porque su familia abandonó el país, y ya no pueden mantenerlas.
Pero las carencias de los adultos mayores van más allá de lo económico y abarcan también lo emocional. De acuerdo con Ruiz, la depresión es frecuente en este grupo de la población y alerta de que los casos de suicidios en adultos mayores, asociados a cuadros depresivos, sigue en aumento.
La directora de proyectos de Convite urge al Estado venezolano a diseñar e implementar políticas de atención efectivas para este grupo de la población y garantizar sus derechos humanos. Al mismo tiempo recalca que es necesario que la sociedad reflexione sobre la forma en la que concibe y trata a las personas mayores.
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