Por: Titi González
Muchos jubilados del país año tras año deben demostrar que siguen vivos para cobrar la pensión. Esto ocurre sobre todo entre los retirados de instituciones públicas que muchas veces deben presentarse en sus antiguos lugares de trabajo para seguir recibiendo sus pagos.
Pero qué pasará con este tedioso proceso durante la pandemia cuando los adultos mayores deberían estar resguardados en casa lejos de los lugares concentrados con muchas personas.
La Alcaldía de Valencia informó hace unos días que por los momentos no será obligatorio que sus extrabajadores se presenten en sus oficinas para cobrar la pensión, ya que ruegan que los adultos mayores se queden en sus casas para cuidarse del COVID-19.
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Según dijo el director de Talento Humano, Jean Escalante, la verificación de fallecimientos se realizará a través del registro del Consejo Nacional Electoral, que evidentemente tiene la información actualizada.
Lo cierto es que cada institución pública funciona diferente, en algunas la persona solo debe presentarse ante la oficina de recursos humanos para demostrar que siguen vivos, en otras deben llevar una copia de su cédula y una planilla que certifique que los datos son ciertos. En todas, el acto debe ser presencial y año tras año tienen un periodo de dos o tres meses para visitar las oficinas.
Para los pensionados, el pago se ubica en 1.200.000 bolívares, un monto que no alcanza ni para una lata de atún. Pero el gobierno intenta compensar esta cifra con el pago de bonos que cada vez se hace más constante.
Según la página del Carnet de la Patria, en lo que va de año se han otorgado 10 bonos. El último por entregar tiene como motivo celebrar el cuarto aniversario del carnet, aunque se desconoce el monto.
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