Las clases presenciales en el país están por comenzar, con limitaciones, distanciamiento y semanas radicales de por medio. Pero luego de más de un año con las escuelas cerradas y falta de mantenimiento el abandono es notorio en aulas que no han recibido a nadie durante meses.
Los maestros de varios estados del país han alertado sobre lo que ocurre en las escuelas, y consideran que no están aptas para el regreso a clases. Un ejemplo es el Liceo Coquivacoa en Maracaibo, estado Zulia: sin electricidad, sin agua y desvalijado a lo largo del último año, desde que se suspendieron las actividades escolares en marzo de 2020 por la pandemia del COVID-19.
La situación del plantel se repite en decenas de instituciones públicas educativas en Zulia. El presidente del Sindicato Único Magisterial-Zulia, Gualberto Mas y Rubí, aseguró a El Pitazo que 85% de los planteles no están aptos para reiniciar clases presenciales, como lo ordenó el gobernante Nicolás Maduro.
Lo mismo ocurre en el estado Nueva Esparta, donde los gremios educativos denuncian que alrededor del 90% de los planteles han sido objeto de la delincuencia.
La secretaria del Sindicato de Trabajadores de Educación, Jaqueline Gil, informó que al menos 300 escuelas y liceos están «desvalijados» y en esas condiciones no se puede retornar a clases.
Si la preocupación para no volver a clases es el COVID-19, lo importante es que se cumplan las medidas de bioseguridad, así lo evidencian las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y otras instancias internacionales, que demuestran que las escuelas no constituyen un foco de contagio de COVID-19 más de lo que lo sería cualquier otro sitio comunitario.
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