Foto: Cuidateplus
Según la psiquiatra Delmeyer Alcalá, el acoso escolar o bullying es una conducta normalizada. Lo que comúnmente se conoce en Venezuela como “chalequeo”, en muchos casos, los padres lo perciben erróneamente como una forma de fortalecer el carácter.
La especialista apunta que hay distintos tipos de acoso; entre ellos, el físico, verbal y cibernético. El ambiente en el que crecen los niños y cómo son tratados, determina sus comportamientos, por lo que es necesario fomentar la crianza respetuosa.
Hay factores de riesgo que pueden propiciar el acoso, asociados tanto a la víctima como a quien inflige el daño. En caso del acosador, destaca que el maltrato verbal y/o psicológico en el seno familiar, puede desencadenar conductas como el bullying.
“Responde a la agresión en casa con la agresión afuera porque no puede responderle a los pares adultos”, enfatiza. En cuanto a la víctima, la psiquiatra detalla que aquellos niños que son percibidos como “débiles” son más vulnerables a recibir el acoso.
Además de la figura del «bully», Alcalá presta atención al espectador neutro, que es quien ayuda al agresor a infligir daño. Por ejemplo, los niños que ríen, toman fotos y videos de la agresión.
De acuerdo con la especialista, dependiendo de la edad del niño puede ser más difícil o no identificar si es víctima de bullying. Entre los signos que pueden alertar a los padres están: golpes inexplicables, cambios de humor, resistencia a ir al colegio, aislamiento y apatía.
Sobre el abordaje de este tipo de conductas, la psiquiatra asevera que no se debe guardar silencio y hay que acudir al plantel educativo y a las instancias necesarias para exigir acciones y, en caso de ser necesario, evaluar si es preferible cambiar de ambiente. Asimismo, subraya que en ningún caso es recomendable responder al acoso con violencia. Tanto el niño agresor como la víctima, deben recibir atención psicológica.
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