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Caracas.- «Nosotros aquí estamos en pie de lucha … ten fortaleza ¡Que Dios te bendiga!», fueron las palabras de aliento que le dio el comandante de la 42 Brigada de Infantería Paracaidista, Raúl Baduel, al entonces presidente Hugo Chávez, en la que sería la última llamada que éste realizó desde el Palacio de Miraflores antes de ser llevado a Fuerte Tiuna durante la noche del 11 de abril de 2002.
Con la reafirmación de su lealtad, Baduel se convirtió en pieza clave para restituir a Chávez en el poder al no reconocer a Pedro Carmona Estanga, quien tomó el mando en medio del golpe de Estado del 2002.
Desde Cuba, el presidente Fidel Castro llamó en varias ocasiones a Baduel para conocer la situación en Venezuela. También lo contactó el comandante del regimiento de la Guardia de Honor de Chávez, coronel Jesús del Valle Morao, quien buscaba apoyo militar y orientación para actuar; la respuesta de Baduel fue que los paracaidistas no reconocerían a las autoridades transitorias y dirigió las acciones para retomar el Palacio de Miraflores: «Al menos contábamos con otra unidad militar, los paracaidistas … y con esto nuestra situación de aislamiento militar terminó», dijo en 2006.
El Manifiesto de la Operación Rescate de la Dignidad Nacional, fue redactado por Raúl Baduel, para comenzar una resistencia a favor de Chávez. Quien estaba de acuerdo, se unía a ella y quien no, se retiraba.
En la Brigada de Paracaidistas de Maracay, Baduel recibió el 13 de abril, de parte de militares y civiles, la nota de no-renuncia escrita por Chávez.
Al lograrse el rescate de Chávez en la Base Naval de la Orchila, por parte de una comisión activada, el entonces presidente debía dirigirse a la Brigada del Ejército en Maracay para encontrarse con Baduel; sin embargo, una vez en la aeronave, el mandatario asumió el control en su función de comandante en jefe y cambió la ruta para dirigirse al Palacio de Miraflores.
Después de la liberación de Chávez, Baduel fue nombrado comandante general del Ejército venezolano en 2004, luego, en el año 2006, se le asignó el Ministerio de la Defensa, donde estuvo hasta julio de 2007. Ese mismo año cuestionó la reforma constitucional promovida por el presidente y en la que se esperaba incorporar la reelección indefinida.
En abril del año 2009, Baduel fue detenido por presunta sustracción de dinero de la Fuerza Armada Nacional y abuso de poder. En ese momento aseguró: «Soy un preso de Chávez».
En 2010 fue condenado a ocho años de cárcel. En 2015, luego de haber pasado seis años y ocho meses en la Cárcel Militar de Ramo Verde, le fue otorgada la libertad condicional.
En una entrevista concedida a Elyangélica González, y publicada por Radio Caracol en febrero de 2015, Baduel aseguró: «Soy un preso de conciencia porque en 2007 me aferré a la Constitución. Me opuse a los cambios para permitir la reelección de Hugo Chávez».
En marzo de 2017, cuando faltaban tan solo dos días para cumplir su condena anterior por corrupción, el gobierno de Nicolás Maduro lo acusó de presunta traición a la patria y por atentar contra la independencia de Venezuela, por lo que fue enviado de vuelta a la cárcel de Ramo Verde.
Murió el 12 de octubre cuando se encontraba en custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), según informó el fiscal Tarek William Saab en su cuenta de Twitter; aseguró que la causa del deceso fue un paro cardiorrespiratorio a consecuencia del COVID-19, pero esta versión es negada por la familia.
Según el abogado y director vicepresidente de la ONG Foro Penal, Gonzalo Himiob, «con la muerte de Raúl Isaías Baduel ya son 10 los presos políticos que fallecen bajo custodia policial», mientras que el director ejecutivo de esa misma organización, Alfredo Romero, detalló que es el tercer preso político muerto bajo custodia en 2021.
Con información de BBC Mundo y Rebelión.org
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