Caracas.- El coordinador nacional juvenil del movimiento político Vente Venezuela, Carlos Alberto Fernández, y Javier Cisneros, coordinador nacional de activismo de Vente Joven, acudieron a la embajada de Trinidad y Tobago en Venezuela para protestar y exigir justicia por el caso del niño venezolano asesinado por la Guardia Costera de esa nación cuando interceptó la embarcación en la que viajaba un grupo de compatriotas.
«Llegamos a su país y nos reciben a bala, y nos meten presos porque tienen que investigarnos porque somos criminales. Señores, nosotros somos desplazados, no criminales. Estamos huyendo de este país por hambre, por torturas y persecuciones«, manifestó Fernández a las fueras de la embajada este 9 de febrero.
Asimismo, el coordinador nacional juvenil exhortó a la comunidad internacional a actuar y no solamente redactar comunicados. El llamado lo hizo tanto para la Organización de Naciones Unidas (ONU) como para la Organización de Estados Americanos (OEA). A su juicio no deben solo enviar comunicados cada vez que muera un venezolano o se viole un derecho humano.
Con respecto al caso del bebé, Fernández lamentó que de ahora en adelante un padre tendrá que vivir con el recuerdo de su hijo de un año de edad y que una madre deberá vivir con la «pesadilla» de que su hijo murió en sus brazos.
«La juventud de este país se encuentra rota por dentro, quebrada por la situación tan horrible que estamos viviendo. Todos los días son noticias horribles que tenemos que enfrentar, como lo fue el asesinato de un niño en los brazos de su madre, un niño que no tenía ni idea por qué estaba huyendo de su país, un niño que no era capaz de pronunciar ni mamá ni papá, un niño que iba a reencontrarse con su padre», expresó el dirigente político y también abogado egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Por esta situación, Fernández le preguntó a las autoridades trinitenses qué fue eso tan grave que los venezolanos le hicieron a la nación caribeña para que los migrantes sean maltratados, apresados y recibidos a disparos.
Tanto la Policía como la Guardia Costera de Trinidad y Tobago mantienen en marcha dos investigaciones paralelas para aclarar las circunstancias de la muerte del niño venezolano que migraba junto a su madre al país isleño.
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