Parlamentarios de Argentina, Costa Rica y España participaron este martes 26 de noviembre en el Primer Encuentro Interparlamentario en el que también se esperan la presencia de representantes de Guatemala, Ecuador, Suiza e Italia, pero estos no llegaron.
El encuentro, que duró poco más de una hora, ocurrió a puertas cerradas con el presidente encargado de Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
Posterior a eso, los parlamentarios extranjeros fueron invitados a participar en la sesión ordinaria. El primero en hablar fue el senador por el español Partido Popular (PP), Javier Maroto, quien logró exacerbar los ánimos de la bancada oficialista al hablar de la posibilidad de sanciones individuales para los diputados chavistas.
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Esto originó gritos de “fascista” y hasta de “Viva Cataluña libre”. Los diputados del oficialismo buscaban gritar cada vez más fuerte para opacar al parlamentario español sin éxito.
Seguía el parlamentario su intervención y los ánimos más se caldeaban hasta el punto de haber conatos de pelea entre el diputado Renzo Prieto y Hugber Roa (no reconocido como diputado por la mayoría de la AN), así como entre los diputados Ismael León-quien hasta se quitó la chaqueta- y el oficialista Juan Marin. La cuestión no pasó a mayores porque varios diputados intervinieron para tratar de calmar los ánimos.
El turno y respuesta del diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Julio Chávez, volvió a encender la mecha. “Váyanse al carajo, españoles”, fue parte de su intervención, advirtiendo además a los españoles que “no se equivocaran” y que no iban a permitir que se les impusieran órdenes.
El discurso del Gran Polo Patriótico se centró en exponer cifras de temas que consideron importantes para defender la gestión de Nicolás Maduro, como más de 60 emisoras de radio en manos de privados; más de seis millones de cajas Clap entregadas para beneficio 24 millones de venezolanos; más de 89 mil personas atendidas en farmacias de alto costo; 66 mil personas atendidas con VIH.
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Aseguraron además que Venezuela posee la más alta matrícula universitaria en el continente y la quinta en el mundo y que posee 100 % de ancianos pensionados, lo que fue rápidamente calificado por la oposición como una “mentira”, presentando datos sobre más de 6.8 millones de niños desnutridos así como los reportes de crímenes de lesa humanidad cometidos recogidos en el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
El parlamentario argentino Humberto Benedeto no fue menos polémico. Cuestionó la reacción de los oficialistas, quienes proferían hasta insultos mientras gritaban “viva Cristina (Kirchner)” y “viva el peronismo”.
La respuesta de Benedeto dejó en silencio a muchos: “lo más parecido a un fascista es un populista sin votos”.
Valentina Martínez, parlamentaria española, acusó a los oficialistas de “intimidar” y aseguró que en el país no hay democracia. Por su parte, su compañera Belem Hoyos les llamó “verdugos”. La estrategia del Polo Patriótico fue poner a las diputadas chavistas a gritarle a las españolas.
Los parlamentarios extranjeros leyeron un manifiesto acompañados por la diputada Marialbert Barrios quien llevaba un letrero pidiendo la libertad del diputado Juan Requesens, acción que los chavistas respondieron mostrando las supuestas fotos de Juan Guaidó con un miembro de la banda Los Rastrojos.
El manifiesto, reconoce al Parlamento como único poder legítimo y a Guaidó como presidente encargado, también llaman a la comunidad internacional a atender la crisis humanitaria compleja y se refieren a Nicolás Maduro como “usurpador”, además de criticar el asedio contra los parlamentarios opositores.
La mayoría opositora de la Asamblea refrendó el manifiesto con un acuerdo parlamentario.
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