Caracas.- Las necesidades que tiene el país superan la capacidad de financiamiento internacional. Esa es una de las principales conclusiones del comisionado de la Oficina para la Ayuda Humanitaria del gobierno interino, diputado Miguel Pizarro, quien presentó el balance de lo que se ha venido haciendo en materia de ayuda humanitaria.
Junto a la diputada Manuela Bolívar, Pizarro explicó a los miembros de la Comisión Permanente de Desarrollo Social cómo funciona el levantamiento de fondos para la ayuda humanitaria a través de la comunidad de donantes y cómo lo recaudado es entregado a organismos como Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados), Ocha (Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios), Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y también a organizaciones no gubernamentales nacionales para implementar la ayuda en distintos sectores.
Aunque ha llegado la ayuda, esta no es suficiente dado el nivel de necesidad que existe en el país.
“La brecha que existe entre necesidad y capacidad de financiamiento es inhumana. El volumen de la necesidad supera la capacidad de respuesta”, señala el diputado, quien también ejerce el rol de Comisionado Presidencial ante la ONU.
Pizarro destaca la articulación que se ha construido con las distintas agencias del sistema de Naciones Unidas y con actores, tanto nacionales como internacionales, y la comunidad de donantes.
Desde 2019, cuando se creó esta oficina, se generaron siete informes sobre el agravamiento de la crisis humanitaria y cuatro relacionados con las distintas deficiencias en materia de salud, como la falta de retrovirales o lo ocurrido con los niños del Hospital J.M. de los Ríos que requerían trasplantes.
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Pizarro también recordó que se han destinado recursos protegidos para programas humanitarios. En total, serían 37 millones 873 mil 300 dólares, distribuidos en 18 millones 800 mil dólares para el bono “Héroes de la Salud”; 5 millones para la atención de casos de riesgo vital que vienen del Fondo para la Liberación de Venezuela y atención de casos de riesgo vital, además de 10 millones a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), provenientes de recursos que estaban en España, y 4 millones para la Federación Internacional de la Cruz Roja.
En cuanto a los llamados casos de riesgo vital, Pizarro explicó que es un plan piloto denominado Madre María de San José y aún no ha sido ejecutado. Para este plan se espera confirmar una junta médica con expertos que evalúen y decidan qué casos califican.
El parlamentario señaló, además, que la Asamblea Nacional no es un ente implementador ni ejecutor de la ayuda humanitaria, sino un ente “conector” con los actores nacionales e internacionales.
“Cuando una agencia decide dar un monto específico no hay intermediación de la Asamblea ni de políticos. La voluntad de donar conecta directamente con quien puede ejecutar en terreno”, dice Pizarro al descartar que los recursos pasen por manos de parlamentarios.
En su explicación sobre cómo trabajan estas organizaciones, indicó que se hace bajo un método llamado “Enfoque de clusters”, el cual permite identificar la brecha humanitaria de la respuesta y mejorar la calidad de ésta, coordinando distintos actores de forma inmediata y en paralelo.
Actualmente existen seis clusters:
Cluster de salud, liderado por la Organización Panamericana de la Salud.
Cluster de seguridad alimentaria, liderado por Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Los Clusters de nutrición; agua, saneamiento e higiene y educación, liderados por la Unicef.
Cluster de protección, liderado por Acnur.
Para Pizarro, hace falta un séptimo cluster, el de logística, que requiere para su concreción que el Programa Mundial de Alimentos pueda tener acceso al país. Este cluster, según Pizarro, garantizaría que no haya interferencias de ningún tipo para la entrada, distribución y ejecución de ayuda.
Mucha necesidad. Poco dinero
De acuerdo con el mapa de necesidades levantando por la ONU y el plan de respuesta humanitaria de 2019, la población en necesidad era de 7 millones de venezolanos. La población meta para alcanzar era de 2.6 millones y el dinero a recaudar, 223 millones de dólares para poder ejecutar 98 proyectos.
Se requerían para ello 61 socios de la comunidad de donantes. Solo se recaudó el 33 %.
Para 2020, la población en necesidad se mantiene en 7 millones, pero el monto requerido es de 762,5 millones de dólares, más 87,9 millones para atender la pandemia. De eso, solo se ha recaudado un 9%.
“¿Cómo ampliar la respuesta humanitaria? Garantizando el registro de organizaciones internacionales como el Programa Mundial de Alimentos, garantizando una respuesta despolitizada y garantizando la seguridad de los actores nacionales e internacionales en terreno”, explica Pizarro.
Agrega que ellos han monitoreado, además, las distintas ayudas; por ejemplo, los 11 vuelos humanitarios que se han realizado desde 2019 hasta la fecha, con 442 toneladas de ayuda y que han sido distribuidas a la Cruz Roja, organizaciones humanitarias, Unicef, OPS y Acnur, entre otras.
Una vez que llegan esos vuelos, esa carga pasa a control de la agencia receptora. De esos 11 vuelos, seis se han realizado en 2020.
En cuanto a los 10 millones entregados a la OPS, los recursos han sido distribuidos en seis estados del país: Zulia, Táchira, Apure, Bolívar, Miranda y Distrito Capital.
En cuanto a los donantes, la Comisión Europea ha sido el principal donante con 61.582.661 millones de dólares, seguido por los Estados Unidos con 39.207.815 millones de dólares. Y el principal receptor de estas ayudas ha sido Unicef.
Finalmente, Pizarro señaló que, según el Servicio de Seguimiento Financiero del Financial Tracking System de Ocha, en 2019 se recibieron donaciones por 179,9 millones de dólares, de los cuales 77,4 millones de dólares se destinaron a financiar proyectos del Plan de Respuesta Humanitaria.