El obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, expresó que en Venezuela la gente se pregunta «¿cómo sobrevivir sin que tengamos que morir en el intento?».
Agregó que las ilusiones y esperanzas de la gente de a pie se estrellan contra la indiferencia de quienes están en el poder o de quienes negocian con el poder para no perder sus cuotas e intereses particulares, y dijo que no se puede negociar con aquellas personas que han optado por la «dictadura y la tiranía».
Moranta asegura que las ciudades del país están repletas de ciudadanos esperando justicia, libertad y lo necesario para vivir, pues considera que existe un profundo dolor, ya que lo que se tiene no alcanza para vivir dignamente. «Además del hambre real con sus serias consecuencias, ya se va disminuyendo la capacidad de adquisición de los venezolanos, pues los sueldos no alcanzan para nada», amplió el representante de la Iglesia.
Igualmente, en nota de prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) rechazó el diálogo que se está llevando a cabo entre el Gobierno y algunos partidos políticos minoritarios, pues considera que «pretenden hacer creer la existencia de un diálogo fructífero. A este lo llamó «maquillaje de la mentira«, cuando lo que se requiere de manera «urgente y necesaria es que se den elecciones presidenciales y quien detenta el Poder Ejecutivo se retire», expresa Moronta.
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Por su parte, afirma el repudio de todo lo que sea atentar contra la vida humana, la tortura, el empobrecimiento de la gente. Expresó además: «Como pastores de una iglesia sin fronteras, no podemos aceptar que quienes debieran construir puentes de encuentro e integración se burlen de los esfuerzos solidarios presentes en la frontera, mostrando una fuerza irracional y amenazante».
El prelado detalló la la situación venezolana, país donde, a su juicio, los pobres han aumentado, hay numerosos niños y ancianos desnutridos y miles de familias que ven partir a sus hijos. Los venezolanos son golpeados continuamente por la crisis, por la falta de una salud necesaria, por la carencia de hospitales y por la falta de atención médica.
Asimismo, hizo alusión a la escasez, las largas colas para conseguir alimentos y medicinas, gasolina u otros insumos necesarios. «¿Dónde van a parar el oro y los otros minerales que son explotados irracionalmente?», preguntó.
Por otra parte, Moronta recordó el éxodo venezolano, integrado por personas que emigran en busca de mejores condiciones de vida, pero que luego se topan con el contrabando, la especulación, la trata de personas, la captación de jóvenes para la prostitución. En fin…, existe la indefensión de la mayoría.
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