La persecución, el hostigamiento y detenciones por motivos políticos son parte recurrente del acontecer noticioso venezolano. Por esta razón, el martes 18 de enero reunimos a la abogada Martha Tineo con nuestra comunidad pitacera alrededor de la situación de los presos políticos en el país.
El evento se realizó vía WhatsApp y ofreció un balance general sobre las razones de estas detenciones, las condiciones de vida de los presos políticos, su estatus procesal y las diferentes violaciones a sus derechos a los que son sometidos.
Tineo, quien además es coordinadora general de Justicia, Encuentro y Perdón, informó que actualmente hay 311 presos políticos en Venezuela. También comentó que todos los casos manejan similitudes, algo que deja entrever un proceso de persecución sistematizado por parte del Estado y los cuerpos de seguridad: primero, porque a todos se les viola el derecho a la defensa y el debido proceso; segundo, porque no son hechos aislados e inconexos, sino que tienen como objetivo neutralizar a la disidencia, lograr el control de las instituciones e intimidar a la población; y tercero, porque la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes se han vuelto comunes tanto en presos políticos como regulares.
Pasando a las estadísticas, Tineo apuntó que 292 de los 311 presos políticos del país son hombres, mientras que 19 son mujeres. Aparte, destacó que en 175 de los casos no se ha podido determinar la edad del recluso por falta u opacidad de información.
Sobre los sectores de procedencia de los presos políticos, la abogada menciona que 48,5 % (151) son miembros de la Fuerza Armada Nacional, 45 % (140) son ciudadanos comunes, mientras que el resto se dividen entre funcionarios policiales, políticos, 2 marines de Estados Unidos y 1 periodista.
Violación de los derechos humanos como política de Estado
Junto a todo lo anterior, Tineo destacó que la violación de derechos es algo frecuente en los presos políticos venezolanos. Para dar valor a su afirmación, la abogada listó los siguientes argumentos:
11,4 % de los presos políticos tiene alguna afección de salud diagnosticada, pero no necesariamente tratada por un especialista.
La mayoría asegura ser víctima de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como violaciones sexuales, para obtener confesiones o como castigo. Mientras, 36% afirma recibir este tipo de vejaciones de forma regular.
Los métodos usuales de tortura son la asfixia, las descargas eléctricas, posiciones de estrés, los cortes y mutilaciones, así como las amenazas de muerte y otros tipos de tortura psicológica.
81% de los presos políticos están privados de libertad, sin que se haya determinado su responsabilidad en los delitos por los que son acusados.
Las condiciones de vida en las penitenciarias y centros de detención son muy bajas, pues el hacinamiento, la insalubridad, falta de insumos y atención médica son la norma.
Las causas de retardo procesal tienden a ser las mismas entre todos los casos: diferimientos, falta de traslado, tribunales que no están procesando juicios, representantes que no asisten y procesos viciados.
El rol de la sociedad civil
Una vez finalizada la ponencia de la abogada, los usuarios tuvieron la oportunidad de consultar dudas y hacer preguntas sobre el tema. Ante ello, Yonhny Osto (Apure) preguntó sobre el rol de la sociedad civil para lograr que los operadores de justicia venezolanos cumplan correctamente con su deber. Tineo respondió que la denuncia ante organismos internacionales y ONG de defensa, así como la documentación y difusión de estas violaciones a los derechos humanos son la clave para alcanzar la justicia en un futuro y evitar la impunidad.
Ángel Álvarez (Carabobo) coincidió con todos los planteamientos de la invitada, pero acotó que también se hace necesario el acompañamiento de estas víctimas y ejercer presión constante contra el Estado venezolano para que sienta el costo político de detener y encarcelar a un ciudadano, algo que actualmente no sucede, según su óptica. La abogada aseguró que está de acuerdo con lo señalado, pero considera que sí es algo que se ha hecho, pero el gobierno ha sembrado terror en la población, haciendo que se aleje de la protesta.
