Caracas.- El gobierno de Nicolás Maduro denunció este jueves 17 de septiembre las «insólitas intromisiones» del Grupo Internacional de Contacto (GIC), al que acusó de «alimentar las tensiones políticas«, luego de que el bloque dijera esta misma jornada que las venideras elecciones parlamentarias no serían «libres ni justas».
«Venezuela observa con preocupación la declaración ministerial del GIC (…), este cuerpo indefinido reincide en su permanente conducta injerencista, origen y causa de su poca o nula utilidad», dice un comunicado de la Cancillería del Estado venezolano.
«Desde su primer encuentro, esta instancia no ha hecho más que procurar alimentar tensiones políticas en Venezuela y exacerbar las posiciones extremistas desenfrenadas, en línea directa con la política de agresión constante del Gobierno de Estados Unidos», se añadió en el comunicado.
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El GIC auspiciado por la Unión Europea (UE) para favorecer una salida negociada a la crisis venezolana, dijo en un comunicado que Venezuela no cumple actualmente con las condiciones para realizar unas elecciones «transparentes, inclusivas, libres y justas».
En el documento, el grupo pidió eliminar los obstáculos para la participación política en las elecciones legislativas, previstas el 6 de diciembre, lo que incluye el «respeto por el mandato constitucional» de la «democráticamente elegida» Asamblea Nacional o «devolver el control de los partidos políticos a sus legítimos administradores».
Venezuela respondió asegurando que «ninguno de los países» del GIC cuenta con un sistema electoral «tan robusto y seguro» como el suyo, al tiempo que pidió al grupo que desista de sus «maniobras desesperadas» por intervenir en la política venezolana.
«Venezuela preservará su soberanía e independencia ante cualquier interferencia externa que pretenda afectar la paz nacional», prosiguió el comunicado.
Las parlamentarias han generado un amplio rechazo en numerosos sectores de la oposición venezolana por la falta de garantías. Entre las irregularidades que denuncian se cuentan la desconfianza en el Poder Electoral y la intervención de varios partidos opositores, lo que supuso cambios en las directivas de estas organizaciones.
El rechazo fue también puesto en evidencia por parte de la comunidad internacional, al considerar que Maduro no tiene la capacidad de convocar unas elecciones libres, democráticas y transparentes.