Por: Yorman Yépez
Caracas.- Han pasado más de dos años desde la desaparición del preso político Hugo Enrique Marino Salas. El sábado 20 de abril de 2019 fue la última vez que su madre, Beatriz Salas, supo de él y, desde entonces, ella tiene más preguntas que respuestas sobre su paradero.
Beatriz Salas dijo a El Pitazo, vía telefónica, el sábado 24 de julio, que su principal medio para denunciar ha sido su cuenta de Twitter (@bsmarinos), donde lleva el conteo exacto de los días que tiene desaparecido su hijo. Destaca que funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) detuvieron a Marino hace más de dos años y aún busca información oficial sobre su paradero.
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Marino es el propietario de Sistemas Electrónicos Acuáticos, una empresa especializada en rastreos marítimos que brindó sus servicios al Estado venezolano para localizar aeronaves siniestradas en el país. Su madre lo describe como una persona trabajadora y llena de valores.
«Mi hijo es una persona con unas cualidades humanas máximas, trabajador. Es un ser maravilloso», cuenta Salas.
Ha sido un largo camino lleno de angustia y tristeza. Salas y su familia no imaginaban que sus vidas cambiarían repentinamente. Todo empezó con la muerte de su hija, hermana de Marino, en 2015. Seis meses después perdió a su esposo. La tristeza parecía acabar allí, pero cuatro años más tarde desaparece su hijo, Hugo Marino.
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«Me falta mi amigo, me falta mi compañero. Perdí a un grupo de familia en cuatro años que no entiendo ni cómo. Ha sido un cambio completamente para todos, pero un cambio para mal. Tengo que encontrar la verdad, por mis nietos», expresa Salas.
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