Caracas.- «Cese de las balas contra el pueblo». Ese fue el llamado efectuado este fin de semana por el ministro de Defensa de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López, a raíz de hechos de represión durante las protestas que se han desarrollado en varios países de Latinoamérica para exigir reinvindicaciones sociales. Las palabras del general de la Fuerza Armada chocan con la política emprendida por la administración chavista en contra de manifestaciones opositoras en los últimos años.
«La reflexión para todos nuestros compañeros de armas de todo el continente: que cese la muerte, la agresión, que cesen las balas contra el pueblo oprimido; los más débiles, los indígenas, que cese la sangre y que se ponga orden de acuerdo con la ética y la Constitución de cada uno de los Estados bien leída», dijo el funcionario durante un acto en Caracas.
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Pero en junio de 2017, el tono del discurso de Padrino López apuntaba en otro sentido. Por aquel entonces, cuando en el país se llevaban a cabo fuertes protestas contra Maduro, el ministro chavista reprendió a efectivos de la Guardia Nacional (GN) por presuntas violaciones a los derechos humanos.
«No quiero ver un guardia más cometiendo una atrocidad en la calle», manifestó sin aludir a casos de agresiones a manifestantes y periodistas.
Aunque Padrino López sostuvo que los miembros de este cuerpo castrense vinculados a acciones que menoscabaran los DD. HH. de la población asumirían su responsabilidad ante la justicia, esta advertencia no redujo las cifras de represión en medio de este periodo.
En el contexto de las manifestaciones de 2017 se reportaron más de 150 personas muertas —en la mayoría de los casos vinculadas a la acción de las fuerzas de seguridad—, 3.000 heridos y 2.977 detenidos, según informes de la Asamblea Nacional (AN), la ONG Foro Penal y la Organización de Estados Americanos (OEA).
Estos casos fueron llevados ante la Corte Penal Internacional en septiembre de 2018 por los países del Grupo de Lima y Canadá para que se inicie una investigación en contra del gobierno de Maduro por presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
30 de abril
Por otra parte, la gestión de Padrino López, quien se ha declarado leal al proyecto político encabezado por Nicolás Maduro, también se ha visto envuelta en hechos polémicos dentro de la cúpula gobernante.
Tras el fallido levantamiento militar del 30 de abril de este año, emprendido por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, el ministro fue señalado de participar en una conjura para dar con la salida del líder chavista.
El exdirector de Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Manuel Cristopher Figuera, dijo a The Washington Post, en días posteriores a este hecho, que Padrino López habría estado involucrado en estos planes, junto al presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno, pero que tres días antes de la asonada «sacó el cuerpo». Enviados del Gobierno de Estados Unidos también confirmaron estos acercamientos.
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Las declaraciones de Figuera pusieron en entredicho el apoyo de la FAN a Maduro. Pero el 2 de mayo Padrino acompañaría a Maduro en un acto con militares, en donde dejó entrever la existencia de estas ofertas de EE. UU. a su despacho.
«Da mucha indignación por dentro que pretendan romper con el honor militar, que es lo más sagrado que tiene el soldado, es que me vengan a comprar con una oferta engañosa, estúpida, ridícula, con esas ofertas que andan haciendo de la boca para afuera, porque en el pecho y en el corazón no tienen nada”, manifestó.
Padrino López, quien sustituyó a Carmen Meléndez en la cartera de Defensa, cumplió en octubre pasado cuatro años al mando de este despacho. Hasta junio de 2017 también fue comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofan).
