Caracas.- Después de ver a Winston Vallenilla, todos salieron corriendo hacia la puerta del Palacio Federal Legislativo, que estaba resguardada por Casa Militar este 5 de enero. Con niños en brazos, cartas en sus manos, bolsos tricolores y gorras rojas, los seguidores de Nicolás Maduro se acercaban a los pocos diputados que salieron por la puerta este del Palacio para pedir ayuda, manifestar su apoyo y recordarles que los 256 diputados llegaron hasta allí gracias al voto del pasado 6 de diciembre.
Los simpatizantes de Maduro tenían casi cinco horas en la esquina San Francisco esperando a sus diputados cuando terminó la sesión de instalación. Antes de que unos pocos salieran, aproximadamente a las 2:00pm, unidades de Transmiranda, Venetur y camionetas tipo van de color blanco se estacionaron en la puerta que da hacia el Palacio de las Academias, a la espera de quienes ocupaban el hemiciclo de sesiones.
Al ver esto, algunos se incomodaron. “Se van por allá para no saludar al pueblo”, gritó una mujer que caminaba por la esquina San Francisco desde la mañana con una muñeca en sus manos que, según ella, era María Corina Machado, la líder opositora y fundadora del movimiento Vente Venezuela.
Sin embargo, estas personas que se aglomeraban en esta esquina continuaron esperando. Entre ellas se encontraban familiares y equipos de diputados que no pudieron ingresar al Palacio. Uno de los primeros en salir por la puerta este mientras otros se montaban en las camionetas fue Wills Rangel, el presidente de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela.
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El orden que había mantenido Casa Militar durante la mañana, que consistía en tener a todas las personas en la acera izquierda, se perdió luego de que salió el exanimador y ahora parlamentario Winston Vallenilla y el exgobernador del Táchira, José Vielma Mora. Unas camionetas con escoltas los estaban esperando. Mucho más atrás venía el constitucionalista Hermann Escarrá, con su tapabocas y guantes, rodeado por al menos seis mujeres que trataban de llamar su atención mientras una de ellas le pedía ayuda. Los diputados Gerardo Márquez, Hugbel Roa y el gobernador de Falcón y exparlamentario, Víctor Clark, también salieron por la puerta este y se retiraron en vehículos oficiales.
Otras tantas personas seguían pegadas a la reja que está en la entrada del Palacio, tratando de hablar con algún diputado. Allí estaba una adulta mayor que más temprano se había quejado de la poca transparencia en la entrega del pernil en su comunidad. Ahora hablaba con un tono de voz más alto advirtiendo la abstención que había tenido el chavismo en las elecciones del 6 de diciembre: “No le corran al pueblo. De siete millones de votos sacaron cuatro. No le corran al pueblo”. Decía una y otra vez, mientras un movimiento feminista y proaborto también gritaba consignas para ser escuchados.
José Antonio Muñoz se vistió elegante para recibir a sus diputados. Su motivación había sido comunicarles la necesidad de “recuperar la independencia” que, según él, se perdió con las sanciones impuestas gracias a la AN saliente, la encabezada por Juan Guaidó. “No queremos pelear con nadie, pero sí estamos rodilla en tierra», manifestó José desde una acera de la avenida Universidad.
La última vez que el chavismo se movilizó en masa para la toma de posesión de un cargo fue en enero de 2019, cuando Nicolás Maduro acudió al Tribunal Supremo de Justicia para juramentarse ante los magistrados y demás poderes. En esa ocasión, el contacto con los asistentes fue nulo. Maduro llegó y se fue sin saludar a quienes lo habían ido a acompañar. Aunque en esta ocasión algunos diputados tuvieron contacto con su gente, la movilización en masa quedó pendiente.
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Será entonces el próximo jueves 7 de enero cuando la recién instalada Asamblea Nacional de Maduro celebre su primera sesión ordinaria. Su presidente, Jorge Rodríguez, ha dicho que desde el Parlamento se impulsará un espacio de diálogo con todos los sectores políticos; no obstante, los diputados opositores denunciaron este martes que en la propuesta de junta directiva fueron excluidos y, por lo tanto, salvaron su voto.
