En el mismo hotel que otrora sirviera de escenario a Ricardo Sánchez para asegurar su respaldo a Maria Corina Machado y al día siguiente, anunciar su apoyo al chavismo, «salto de talanquera» que le llaman, se presentó el diputado José Brito para ofrecer su versión de los hechos.
Una versión que lejos de aclarar su situación, le sirvió al diputado para “encender un ventilador” de acusaciones.
Brito es señalado en el trabajo de investigación que publicó este domingo el medio digital Armando.Info junto a otros ocho diputados más de realizar distintas giras para lavar la reputación de empresarios vinculados a Alex Saab. Específicamente de Carlos Lizcano, representante de Salva Foods, dueños de las tiendas Clap.
Para Brito, quien dijo que no estaba “recogiendo el agua derramada”, esto forma parte de una campaña de “descrédito” y aseguró que pedirá un derecho a réplica al medio.
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Su defensa fue que viajó a Colombia en “búsqueda de información” sobre la empresa Monómeros y que dicho viaje al igual que uno realizado a Italia, los financió un “empresario honesto” sin dar nombre.
¿A qué fue a Colombia?
Según el diputado Brito estaba “solicitando información, una audiencia con algún fiscal” para el caso Monómeros del cual dice “la han destruido”.
Según el diputado Brito estaba “solicitando información, una audiencia con algún fiscal” para el caso Monómeros del cual dice “la han destruido”.
Justificó el viaje a Italia por la “inercia” de otros diputados para investigar a Rafael Ramírez de quien también aseguró que financiaba a partidos de oposición aunque confesó que no tenía pruebas pero que las iba a “recabar”.
De Monómeros dijo que sacaron al presidente para que los jefes de partidos se repartieran la empresa y habló de “un nuevo status quo” en el que Guaidó se quedaba con Citgo y Nicolás Maduro con Pdvsa.
Habló también de las cartas de buena conducta. Se contradijo. “¿Es que acaso hay cartas buenas y cartas malas?”, dijo refiriéndose a unas cartas que daban por cerrada la investigación contra Mauro Libi y que estaban firmadas por Juan Guaidó, en 2017, y por Freddy Guevara, en 2016.
Señaló que el diputado Conrado Pérez le explicó que esos documentos formaban parte de un “procedimiento normal cuando te piden el estatus de una investigación y das una respuesta” y que eso es lo que se firmó y reposa en los archivos de la Comisión de Contraloría.
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También aclara que en relación a los Clap, él no formaba parte de la Comisión en 2018. Brito dice no conocer a Alex Saab ni a Carlos Lizcano.
Luego, arremetió contra Freddy Superlano señalando que, “O es un gran irresponsable o es que la burundanga lo dejó amnésico”. Y volviendo a las cartas, dijo que son muy comunes que las pidan abogados defensores.
Pidiendo coherencia, calificó de “irresponsables” a Juan Guaidó y a los jefes de partidos. Pero a Guaidó le dedicó otros calificativos: “estafador” y “corrupto”.
Y de allí, paso a lo que denominó “rebelión interna” dentro de la Asamblea.
Una rebelión consistente en una carta firmada por 70 diputados donde le exigían, según Brito, a Juan Guaidó que rindiera cuentas de los recursos que han recibido ya que “hay diputados pasando trabajo”. Una carta que por cierto dice, no firmó.
Sin embargo, consultado de si sabía para qué eran esos recursos o si estaban destinados al Parlamento, Brito respondió que eran ora ayuda humanitaria y que había diputados que lo necesitaban.
Operación Maletín-Alacrán
Otro detalle es la denominada “operación Maletín”, denominada así por el diputado Jose Guerra o la “operación alacrán”, según denunció el dirigente de Voluntad Popular, Yon Goicoechea.
Ya sea un nombre o el otro, la denuncia se concentra en la intención de comprar voluntades de diputados de oposición para torpedear la reelección de Juan Guaidó como presidente del Parlamento.
Según Goicoechea, en los próximos días darán detalles de un caso confirmado. Se habla que estarían ofreciendo un millón de dólares. Al respecto, Brito dijo que no había “ningún maletinazo sino frustración y en todo caso, el maletinazo sería de Juan Guaidó”.
Agregó que es el primero en querer que se investiguen los hechos, unos hechos que considera una campaña sucia. Su declaración fue tomando cada vez un tono más personal aunque insistió en que no era “reactiva”.
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Llegó hasta su partido, llamando “San Borges” a Julio Borges y asegurando que sí estuviésemos en la época de la Inquisición, “ya nos hubiesen colgado. Ya nos juzgaron y hasta dicen que nos llevarán al Tiar”. Para él, el trasfondo es, “sembrar pánico en los diputados”.
Mientras aseguraba además que Guaidó sí se reunió con Diosdado Cabello y que no estaba de acuerdo con que se le mintiera al pueblo, mantenía que la Asamblea no tenía la “condición ni la autoridad moral” para allanarle la inmunidad puesto que además, se requeriría de un antejuicio. Incluso retó a Guaidó a que lo sacará de su curul este martes.
“Apenas estamos desenvainando la espada”, advirtió Brito mientras sostenía que quién se estaba frotando las manos en este momento era Maduro. ¿Por qué ahora? Brito responde: “porque se agotaron todas las instancias”.
Asegura que el próximo 5 de enero se abstendrá y que cree que otros diputados se levantarán también.
No tiene pruebas contra Gorrín
Aunque en las fotos del viaje a Italia, los diputados entre ellos Brito, portaban un cartel en el que se veía la foto de Raúl Gorrín, Brito asegura que hoy que él “no tiene pruebas” contra el empresario y acusa a los jefes de los partido de haber nombrado una comisión especial quitándole la potestad a la Comisión de Contraloría.
En el mismo tenor, rechazó que la orden, también de los jefes de partidos según él, fuese “echarle tierrita” al llamado «Cucutazo«, pero además cuestionó que el sello de la Comisión de Contraloría estuviese en Colombia.
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Brito sostiene que le reclamo esto a Guaidó y que ese día fue cuando se desvinculó de Juan Guaidó.
Sin solidaridad automática
Los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular volvieron a pronunciarse este lunes oea insistir en que no habrá solidaridad automática y en que no tolerarán actos de corrupción por lo que ratificaron lo expuesto en ambos comunicados emitido el domingo.
Las dos toldas señalan que recibieron alertas sobre estas denuncias. Consultados sobre porqué no actuaron antes, señalan que no tenían pruebas tajantes como las presentadas en Armando.Info.
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Aunque esto arroja una sombra de duda, piden a la población no generalizar y aseguran que la mayoría de los diputados opositores son honestos y que se juzgue a la Asamblea “por sus hechos”.
Están conscientes de las ramificaciones de la corrupción pero mantienen que la oposición y el gobierno liderado por Guaidó, no tolerará actos de esta naturaleza.