Caracas.- El próximo 5 de enero de 2020 Juan Guaidó buscará reelegirse como presidente de la Asamblea Nacional, condición que le ha permitido ejercer como presidente encargado de la República, de acuerdo con el artículo 233 de la Constitución. Aunque algunos diputados no estén convencidos de ratificar su apoyo, Guaidó podría contar con 92 votos para seguir ocupando la jefatura del Poder Legislativo.
Al alcanzar la mayoría en el parlamento, los partidos que conformaban la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidieron firmar en diciembre de 2015 un acuerdo de gobernabilidad, el cual implicaba que se turnarían cada año la junta directiva. El último periodo legislativo sería presidido por las fracciones minoritarias, y la primera y segunda vicepresidencia le correspondería a Primero Justicia (PJ) y a Voluntad Popular (VP), respectivamente.
Sin embargo, debido a la ruta planteada desde el pasado 5 de enero y al reconocimiento que ha tenido Guaidó en más de 50 países, PJ, VP, Un Nuevo Tiempo (UNT) y Acción Democrática (AD), que tienen la mayor fuerza parlamentaria, decidieron dejar atrás este acuerdo y apostar nuevamente por Guaidó. A esta decisión se han sumado La Causa R, Proyecto Venezuela, Encuentro Ciudadano y Copei, por mencionar algunos partidos minoritarios.
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De acuerdo con un registro de El Pitazo, de esos 92 votos que serían para Guaidó, 18 corresponderían a PJ, 14 a UNT, 19 a VP, 27 a AD, 3 a Encuentro por Venezuela, 3 a La Causa R, 2 a Copei, 3 a partidos indígenas, 1 a Proyecto Venezuela y 2 a independientes.
La nueva directiva se escoge por mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los diputados asistentes, según lo establecido por el artículo 89 del Reglamento Interior y de Debates (Ridan). Para ello, haría falta al menos 84 diputados, que es el quórum de funcionamiento.
Al conocerse que supuestamente al menos nueve diputados han protegido a empresarios corruptos y vinculados con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), se acentuaron las fisuras en la oposición, y, en consecuencia, disminuyeron las posibilidades de que apoyen la reelección de Guaidó.
De ese grupo de diputados, pertenecientes en su mayoría a la Comisión de Contraloría, cinco han manifestado que votarán por el líder opositor. Se trata de Chaím Bucarán, William Barrientos, Guillermo Luces, Richard Arteaga y Héctor Vargas.
José Brito, por su parte, ha dicho que se abstendrá de votar el 5 de enero y Conrado Pérez aseguró que pensaría si daría su voto al presidente del Legislativo. Mientras que Luis Parra señaló que aún no manifestará cómo votará para el próximo periodo.
Adolfo Superlano, ex miembro de Cambiemos, no votará por Guaidó. Desde la fracción Independientes por el Cambio y la Renovación no han debatido este tema, pero consideran que debe escogerse un “diputado equilibrado y moderado que intente recobrar la institucionalidad y sea un puente entre las distintas fracciones”.
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Al respecto, José Antonio España, también miembro de esa fracción recién creada, indicó a El Pitazo que el próximo presidente de la AN debe ser de la oposición, por representar la mayoría; no obstante, expone que el Partido Socialista Unido de Venezuela, que tiene 49 curules, también debería estar en la directiva.
Otras fracciones que aún están dudosas de ratificar el apoyo a Guaidó son Cambiemos, que dirige Timoteo Zambrano, y la fracción 16 de Julio, que controla María Corina Machado.
La diputada Melva Paredes declaró a El Pitazo que se trata de una decisión que deben tomar en el seno de Cambiemos, partido que participa en la mesa de diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro. Por su parte, José Luis Pirela, de la 16J, apuntó que aún no discuten ese tema en la coalición de partidos.
Guaidó podría perder siete votos entre ambas fracciones parlamentarias.
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