Universidad de Oriente, UDO. Foto: archivo
Caracas.- El ingeniero Juan Carlos Rodríguez, exalumno en la Universidad de Oriente (UDO) del actual director de Refinación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Gabriel Oliveros, lo exhortó a renunciar en una carta abierta, con fecha del jueves 14 de mayo, por la situación de desabastecimiento de combustible en el país.
Al comienzo de la misiva, Rodríguez afirma que fue alumno de Oliveros en la cátedra Introducción a la Ingeniería Aplicada, en el año 1975, en la Universidad de Oriente.
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“Doctor Oliveros, cómo lamento que una persona tan brillante como usted preste su nombre a un proceso que tiene a Venezuela sin combustible y a los venezolanos pasando infinidades de calamidades de todo tipo. Cuando vi su nombre como director de Refinación dije ‘ese sí sabe de eso, pero después pensé ¿qué puede hacer si no tendrá los recursos tecnológicos y materiales para poner con seguridad todos esos complejos en producción?’”.
Rodríguez añadió en el texto: “Renuncie profesor, no preste su nombre para alargar la agonía y el sufrimiento de los venezolanos, pues millones somos los que estamos padeciendo las consecuencias (…) No se preste, ni manche su limpio nombre en un proceso que no tiene ni pie ni cabeza y lo que vino fue a este país a destruir lo poco que teníamos”.
El ingeniero destacó que el proceso de refinación requiere la dedicación de largas horas de trabajo en equipo. Agregó que en la IV República se producían más de 900.000 barriles de productos refinados diarios, pero ahora con la dirección de Oliveros eso bajó a lo que llamó “cero cachapa de barriles”.
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“¿A usted no le da vergüenza eso, mi querido profesor? ¿Qué diría nuestro común amigo Msc, mi compadre Jenice Velásquez (qepd), porque nuestro profesor, el ilustre Msc. Gustavo Ramírez Pacheco (qepd) sí fue tajante y me dijo en las exequias de su tío, monseñor Antonio José Ramírez Salaverria -obispo emérito de Maturín-, ‘esto no fue ni remotamente por lo que tanto luchamos… ni de vaina’”.
El exalumno recordó que en la UDO, en Puerto La Cruz, estudió con una beca Gran Mariscal de Ayacucho, al igual que casi todos sus compañeros, sin que fuera adeco; además, contó con biblioteca, un comedor cuyo ticket costaba dos bolívares y servicio de transporte gratis en unidades propiedad de la universidad.
Denunció que la UDO ha sido atacada y destruida más de 45 veces por delincuentes, el rectorado está tomado, los profesores y autoridades han sido vilipendiadas y carecen de combustible.
Por último, recomendó a Oliveros permitir que los ingenieros químicos que él ayudó a formar se integren al trabajo de refinar petróleo. “Espero reciba mi carta abierta con la mente abierta y el corazón en la mano y, pase lo que tenga que pasar, usted seguirá siendo para nosotros, sus alumnos, el gran maestro, nuestro gran profesor, el doctor Gabriel Oliveros”.
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