Madrid. El astillero militar español Navantia decidió repatriar a sus técnicos de Venezuela ante el deterioro de la situación en el país, según fuentes diplomáticas, reseñó El País este martes 29 de enero.
La nota del diario español precisa que el equipo de la empresa pública, con media docena de ingenieros, supervisaba la puesta a punto del patrullero Comandante Eterno Hugo Chávez, el último de los ocho buques de guerra vendidos en 2005 a Venezuela por 1.246 millones de euros.
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Un portavoz de Navantia no ha querido hacer comentarios al respecto, alegando que «se está evaluando la situación» y que los técnicos españoles no están permanentemente en Venezuela, sino que se desplazan allí cuando es necesario.
A diferencia de los siete anteriores, su construcción no se llevó a cabo en los astilleros de San Fernando (Cádiz), sino en los de Puerto Cabello, en el Estado de Carabobo (Venezuela), por parte de la empresa Diques y Astilleros Nacionales CA (Dianca), bajo la supervisión de Navantia.
Aunque la construcción de este tipo de buques no llega a los tres años, la del Comandante Eterno Hugo Chávez supera ya la década.
La falta de liquidez y los problemas técnicos se han acumulado en estos años, prolongando los retrasos. La retirada de Navantia puede agudizar los problemas.
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