Caracas.- El 6 se marzo de 2018, la empresa Smartmatic, a cargo de la tecnología en los procesos electorales que se desarrollaron en Venezuela durante 15 años, decidió cerrar sus puertas debido a la polémica suscitada luego de la denuncia de fraude en las elecciones de la ANC, ocurridas el 30 de julio de 2017.
La denuncia fue realizada por el venezolano Antonio Mugica, uno de los fundadores y director de Smartmatic, durante una conferencia de prensa realizada en Londres, en la que aseveró que «en las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (en Venezuela) hubo manipulación del dato de participación».
Entonces explicó que las cifras anunciadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) fueron manipuladas y que en el proceso electoral participaron menos votantes de los que arrojaron las cifras oficiales, aclarando que la diferencia estimada sería al menos de un millón de votos.
Dichas declaraciones fueron rechazadas por la entonces presidenta del CNE, Tibisay Lucena, quien las calificó de «opinión sin precedentes por parte de una empresa cuyo único rol es el de proveer ciertos servicios y soporte técnico no determinante en sus resultados».
Pasadas dos semanas desde el señalamiento, Lucena anunció que el CNE «rompe relaciones» con Smartmatic y será otra firma la que se encargue de los conteos de votos.
La primera elección de Smartmatic en Venezuela fue el referendo presidencial de 2004, en el que 58% de los venezolanos le dijo «No» a la propuesta de la oposición de revocar el mandato del entonces presidente Hugo Chávez.
Dicho proceso electoral fue criticado, principalmente por la oposición, que incluyó en sus denuncias ataques a Smartmatic y a su tecnología.
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La empresa negó los cuestionamientos y se basó en que es una compañía de capital privado y sin acciones de funcionarios públicos venezolanos o de otra nación. Esto fue respaldado por los informes de los observadores internacionales y otros análisis, que rechazaron hipótesis de posible fraude.
En 2006, la empresa entró al mercado estadounidense, por lo que el Congreso de ese país investigó los supuestos vínculos entre Smartmatic y el gobierno venezolano.
The New York Times publicó un artículo en ese momento, en el que se mencionó un préstamo realizado por el gobierno del ahora fallecido Hugo Chávez por 200.000 dólares, siete meses antes de la obtención del contrato para el revocatorio, garantizado con 28% de las acciones de una empresa vinculada a Smartmatic, esa fue una de las principales causas de sospecha.
No obstante, la empresa lo justificó como parte de los esfuerzos para ayudar a las pequeñas compañías. Sin embargo, el medio neoyorkino asegura que los tres primeros contratos de Smartmatic con Venezuela también le garantizaron la cifra de 120 millones de dólares.
Pese a esto, Smartmatic ha crecido al punto de mudarse a Londres en 2012 y contar con 16 oficinas en el mundo.
A dos años de haberse ido de Venezuela, Smartmatic volvió a emitir un comunicado, esta vez para explicar que no tiene nada que ver con el CNE, ni con sus proveedores, ni con la empresa que le sustituyó al irse del país, ExClé.
«Smartmatic hace del conocimiento público que no tiene trato alguno con el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), ni con sus proveedores, ni con ExClé, la empresa integradora argentino-venezolana que provee el soporte al ente electoral en Venezuela desde el 2017», se lee en el comunicado de la empresa.
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