Foto: Twitter Presa Presidencial
Caracas.- El gobernante Nicolás Maduro llegó a México la noche del viernes para participar en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Su llegada al país azteca fue un tanto sorpresiva, sin embargo, el país anfitrión de la Celac ha sido también el escenario en el que se han desarrollado las recientes negociaciones entre el oficialismo y la oposición.
Pese a que Maduro se mostró confiado tras su llegada a México, y dijo sentirse contento por participar en un espacio propicio para el encuentro y el avance hacia la integración de los países de la región, varios mandatarios no lo recibieron con flores.
En su participación en la cumbre, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, sentado junto al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, resaltó el rol del respeto a los DD. HH. y las libertades políticas para la consolidación de un modelo de gobierno democrático, en una clara alusión a la situación en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
«El futuro común solo se construye a través de la libertad de nuestros ciudadanos, para abrir nuevos mercados, para comerciar, soñar; crecer juntos en una plena democracia, en libertad: donde existan elecciones transparentes, la libertad de expresión, los derechos humanos y las libertades políticas de los opositores».
El presidente uruguayo, Luis Lacalle, recalcó que la participación en la cumbre de la Celac no implicaba la complacencia. «Cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena: cuando no se respeta la separación de poderes y desde el poder se usa el aparato represor para acallar las protestas, se encarcelan opositores y no se respeten los DD. HH. (…) debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela».
Por su parte, el presidente de Paraguay, Mario Abdo, de entrada, destacó que su participación en la cumbre de la Celac no representaba un reconocimiento del Gobierno de Nicolás Maduro. «No hay ningún cambio de postura de mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente».
El mandatario paraguayo recalcó que la legitimidad en democracia no solo se construye mediante el voto, sino en el ejercicio diario del poder. «Honrándola con nuestro actuar, no inmiscuyéndonos en los otros poderes, no manipulando la justicia para perseguir a quienes piensen diferente a nosotros. Yo quiero esto para mi país y para toda la región. No hay otro camino que no sea la democracia», afirmó.
Tras las intervenciones de los presidentes de Uruguay y Paraguay, Maduro aseguró que estaba listo para debatir sobre democracia. «Nosotros creemos profundamente en el diálogo y yo le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia (…) Venezuela está lista para debatir de democracia, libertades, resistencia, revolución y de lo que haya que debatir de cara a los pueblos».
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