Caracas. El Ministerio Público saca nuevamente a la luz el caso del capitán de coberta, Rafael Acosta Arévalo, este 23 de octubre. El fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Tarek William Saab, informó que la investigación se realizará nuevamente, pese a que la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el pasado 9 de octubre, había anulado la sentencia que señalaba como responsables de la muerte de Arévalo a los funcionarios Ascanio Tarascio y Esteben José Zárate Soto.
¿Quién era Acosta Arévalo y cuáles son los detalles de su muerte? El sábado 29 de junio de 2019 fue confirmada la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo.
Las circunstancias en las que murió el militar, bajo custodia del Estado por su supuesta participación en una conspiración en contra de Nicolás Maduro, han levantado la polémica dentro y fuera del país.
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La familia de Acosta Arévalo, así como sectores de la oposición y defensores de derechos humanos, afirman que el oficial fue torturado hasta la muerte.
El gobierno de Nicolás Maduro, por su parte, se apresuró a solicitar una investigación para esclarecer el hecho.
Las siguientes son las claves de lo que debes saber sobre el homicidio del capitán Rafael Acosta Arévalo.
Su esposa, Waleska Pérez, está convencida de que Rafael Acosta Arévalo murió como consecuencia de torturas ejecutadas por agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Pérez denunció que su marido fue llevado al tribunal la noche del viernes 28 de junio “sumamente golpeado, en sillas de ruedas, ni podía hablar”.
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“No se valía por sí mismo y lo torturaron mucho, tanto que lo torturaron, que lo mataron”, dijo en una entrevista con EVtvmiami divulgada en Instagram.
Añadió que Acosta Arévalo fue detenido sin orden judicial el pasado 21 de junio por agentes de la Dgcim y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Nueve horas después de confirmarse la muerte de Acosta Arévalo, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, informó que el gobierno de Nicolás Maduro solicitó al fiscal general designado por la ANC, Tarek William Saab, una «completa y exhaustiva investigacion” para esclarecer su muerte.
Mediante un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, señaló que Acosta Arévalo, a quien de manera indirecta calificó como “terrorista confeso”, se encontraba imputado por “graves actos de terrorismo, sedición y magnicidio en grado de frustración”.
Afirmó además que a todos los detenidos por el caso se les ha respetado el debido proceso y sus derechos humanos.
“Toda esta investigación se ha realizado con respeto absoluto al debido proceso y a los derechos humanos, como es condición indispensable de nuestro Estado Constitucional de Justicia y de Derecho“, añadió el texto.
El fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente Tarek William Saab informó el lunes 1 de julio que el Ministerio Público imputó a dos efectivos de la Guardia Nacional por el asesinato de Acosta Arévalo.
“A los dos militares se les imputó el delito de homicidio preterintencional con causal”, detalló Saab.
Se trata de los efectivos Estiben José Zárate Zoto, de 22 años de edad y suboficial de la Guardia Nacional, quien ostenta la jerarquía de sargento segundo, y del teniente Ascanio Antonio Tarascio Mejía, de 23 años.
Añadió que los efectivos militares estaban adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
De inmedianto, el Tribunal 36° en Funciones de Control del Área Metropolitana de Caracas acordó medida privativa preventiva de libertad contra los dos militares.
La noche del 29 de junio, mediante un comunicado, Saab precisó que Acosta Arévalo «estaba siendo presentado ante los tribunales competentes» cuando ocurrió su muerte.
Garantizó además una investigación “con carácter objetivo, independiente e imparcial».
La Sala de Casación Penal del TSJ anuló el 9 de octubre la setencia que señalaba como culpables a los funcionarios Ascanio Tarascio y Esteben José Zárate Soto.
Este 23 de octubre de 2020 el fiscal designado por la ANC, Tarek William Saab, informó que se reabría el caso y que los familiares de la víctima podían apelar la sentencia del TSJ.
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El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, en nombre de la Fuerza Armada Nacional, aseveró que el capitán Rafael Acosta Arévalo “se desmayó” antes de iniciar la audiencia de presentación.
Mediante un comunicado publicado el sábado 29 de junio, Padrino López indicó que, ante el hecho, “se ordenó su traslado inmediato al Hospital Militar Dr. José Vicente Salias».
Agregó que el capitán de corbeta falleció, a pesar de recibir atención médica.
El comunicado añade que Rafael Acosta Arévalo fue presentado ante el juez militar Tercero de Control del Circuito Judicial Penal Militar, con sede en Fuerte Tiuna.
Alonso Medina Roa, abogado de Rafael Acosta Arévalo, afirmó que el capitán de corbeta murió siendo inocente, pues no terminó siendo enjuiciado por la presunta participación en una conspiración contra Nicolás Maduro.
«Nunca hubo un juicio, nunca se demostró nada”, explicó Medina Roa, luego de que se confirmara el fallecimiento del militar el sábado 29 de junio, en un hospital de Fuerte Tiuna, sin que haya iniciado la audiencia preliminar.
Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional y presidente encargado, denunció que la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo ocurrió tras ser torturado.
Tachó de «abominable hecho” la muerte del militar y solicitó a sus embajadores elevar la denuncia a gobiernos y, especialmente, a la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet.
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“Familia militar: No están solos, habrá justicia. Dictadura asesina, criminal y torturadora: esto no se quedará así”, escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.
Posteriormente, el Despacho de la Presidencia encargada de Venezuela publicó un comunicado en el que solicitó transparencia en las investigaciones del caso.
Asimismo, dirigentes políticos exigieron la aplicación del Protocolo de Minnesota para esclarecer las causas de la muerte del militar.
Se trata de protocolos a seguir para la Investigación Legal de las ejecuciones Extralegales, Arbitrarias o Sumarias adoptados por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La alta comisaria de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó su “profunda preocupación” por la muerte bajo custodia de Rafael Acosta Arévalo , y pidió una investigación “independiente, imparcial y transparente” del suceso.
Mediante un comunicado, su oficina denunció que este caso puede constituir una desaparición forzada, prohibida bajo la ley internacional, «ya que su familia y abogados no fueron informados durante días de su paradero, y se sospecha que Acosta sufrió torturas durante su detención».
“Recuerdo a las autoridades venezolanas que son responsables de la vida, y de la integridad física y psicológica de todas las personas privadas de libertad”, agregó Bachelet,
La activista por los derechos humanos Tamara Sujú denunció que Rafael Acosta Arévalo fue torturado hasta la muerte por funcionarios de la Dgcim.
Sujú fue una de las primeras en denunciar el hecho a través de su cuenta de Twitter la mañana del sábado 29 de junio.
«Ayer llegó a tribunales en silla de ruedas, presentando graves signos de torturas. No hablaba, sólo pedía auxilio a su abogado. No entendía ni escuchaba bien. Le pedían ponerse en pie, pero no podía moverse. Juez ordenó traslado al hospitalito y falleció hoy a la 1:00 a.m.”, escribió Sujú.
Sobre el caso, la ONG Cofavic señaló que la muerte del oficial «demuestra las graves violaciones a los derechos humanos y la ausencia de garantías judiciales mínimas que sufren las personas detenidas en Venezuela».
“La tortura está diseñada con el propósito deliberado de atemorizar a todos bajo la lógica de demostrar una fuerza de dominación colectiva”, subrayó Cofavic mediante un comunicado.
Rocío San Miguel, abogada y presidenta de la ONG Control Ciudadano, advirtió sobre una serie de contradicciones en los comunicados emitidos por diferentes autoridades sobre la muerte de Acosta Arévalo.
“Los tres comunicados emitidos (…) presentan una contradicción fundamental que permite establecer la responsabilidad de la Dgcim en los hechos y la de quienes acusaron al capitán de corbeta pública y comunicacionalmente antes de ser imputado legalmente”, señaló.
Los países que forman parte del Grupo de Lima condenaron la muerte de Acosta Arévalo, que calificaron como “asesinato”, al tiempo que repudiaron “las continuas prácticas de detenciones arbitrarias y torturas a las que el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro somete a quienes considera sus opositores”.
La Unión Europea (UE) aseguró que la muerte del militar ilustra “la naturaleza arbitraria del sistema judicial” en Venezuela, y pidió una investigación independiente al respecto.
De forma particular, países como Francia, Alemania y España condenaron el suceso.
También México lamentó la muerte de Rafael Acosta Arévalo, «quien falleció mientras se encontraba bajo custodia de autoridades venezolanas con aparentes signos de tortura«.
Mediante un comunicado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador manifestó su preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela.
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