Maturín.- Alí está internado en la sala de trauma shock del Hospital Manuel Núñez Tovar y asegura que el sitio es un caos: no hay agua ni para el aseo ni para el consumo, tampoco doctores, enfermeras y medicinas. Agregó que el área está sucia por falta de personal de limpieza, la iluminación es poca porque 12 lámparas están quemadas, el techo tiene filtraciones y los baños no sirven.
Este 7 de febrero manifestó a El Pitazo que como las condiciones sanitarias no son óptimas teme por el deterioro de su salud. El paciente pidió usar otro nombre, porque al revelar su identidad asegura que no recibirá atención oportunamente.
“Aquí no podemos denunciar mucho, porque las enfermeras nos regañan y la agarran con nosotros. Nos pasan el tratamiento cuando ellas quieren y no cuando nos corresponde”, agrega Juan, el familiar de un enfermo que está al lado de Alí y que también pide usar un seudónimo.
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Juan explicó que hace una semana una persona se atrevió a grabar un video para denunciar las condiciones del área luego de que su pariente murió por un infarto. “Todos los familiares la apoyamos en que grabara porque está bueno de tanta indolencia”, afirmó. Esa denuncia circuló hace una semana por Twitter y fue difundida por WhatsApp reiteradas veces.
En el video se observa que trauma shock está sucia, oscura, con pocas camillas y a distintos enfermos acompañados de sus familiares. Ese panorama fue constatado por El Pitazo este lunes 7 cuando 16 personas estaban hospitalizadas en ese servicio. A las 10:30 am no había médicos, sólo una enfermera que estaba en un mostrador haciendo algunas anotaciones.
“Los médicos vinieron temprano, antes de las nueve. Casi siempre es así. Ellos son pocos y nosotros muchos. Igual pasa con las enfermeras, ellas vienen cuando pueden y quieren, muchas veces el tratamiento lo colocan dos horas después de que debemos recibirlo”, dijo Alí.
Médicos contagiados
Una fuente médica del hospital consultada para esta información, que no se identifica para evitar retaliaciones laborales, explicó que además de la migración, el contagio con las distintas variantes del COVID-19 hace que la atención de los pacientes sea tardía. “Hay médicos residentes contagiados con ómicron y se les tuvo que dar reposo porque ya no estaban rindiendo”, argumentó.
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Los residentes que se han contagiado son de medicina interna, traumatología y cirugía. “Como faltan médicos, cuando llega una emergencia el familiar debe correr por los pasillos buscando un médico y también una camilla para acostar al paciente”, denunció Alí.
En trauma shock los pacientes denunciaron que siguen comprando los medicamentos y los suministros médicos, incluso el kit de cirugía en el caso de que deban entrar al quirófano. Los familiares agregaron que también pagan por los exámenes de sangre porque el laboratorio de emergencia no funciona por falta de aire acondicionado.