Barcelona.- Seis semanas han transcurrido desde que los parientes de fallecidos que yacen en la morgue de Barcelona hicieran llegar a la directiva del Hospital Luis Razetti un comunicado en el que solicitaban la fumigación del área para disminuir la presencia de roedores en el lugar, pero la medida correctiva tomada por las autoridades del centro asistencial llegó muy tarde.
Este martes en horas de la mañana, cuando los parientes de Rosa Figuera, de 57 años de edad, fueron a supervisar el traslado de su cadáver hasta la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), observaron que su rostro presentaba mordeduras de roedores.
La quijada de la infortunada había sido carcomida por las ratas que ahora invaden la morgue capitalina, donde hace más de un mes han comenzado a observar que estos roedores subían en horas de la noche a las frías y ensangrentadas camillas de acero inoxidable para caminar sobre los cadáveres. Hasta ahora no se había observado un ataque directo a los cuerpos.
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Ante el dolor que ya estaban atravesando por la muerte sorpresiva de Rosa, sus parientes decidieron sepultar a la infortunada sin levantar denuncias por lo ocurrido para evitar una despedida más larga y dolorosa de la mujer que crió a seis hermanos varones, todos habitantes del municipio Bolívar de la entidad.
Antes de que se descubriera que los roedores habían carcomido el rostro de Rosa, miembros de la directiva del centro asistencial capitalino habían enviado a un grupo de obreros de mantenimiento a colocar veneno para estos, lo que hace suponer que este no fue suficiente para exterminarlos.
A pocos metros de la morgue capitalina está el área donde se acumulan los desperdicios del complejo hospitalario, y según cuentan los familiares de los pacientes que pasaron la noche en el área de emergencia este fin de semana, después de las 6:00 pm las ratas se pasean libremente por el estacionamiento del centro asistencial.
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