Los pescadores denunciaron el alto precio que tienen que pagar por los lubricantes. Explicaron que una pimpina de gasolina de 60 litros deben ligarla con un litro y medio de aceite, que tiene un valor de 10 dólares. | Foto: Cortesía
Cumaná.- Pedro Rodríguez, presidente de la Asociación de Pescadores del municipio Cruz Salmerón Acosta y miembro del comité ejecutivo de la Federación Nacional de Pescadores de Venezuela, manifestó que la delincuencia organizada y los piratas del mar están acabando con los pescadores artesanales del estado Sucre, que se sienten desprotegidos por la Guardia Costera y las Fuerzas Armadas venezolanas, quienes no realizan operativos para evitar estas acciones delictivas.
Rodríguez alegó que por falta de seguridad y vigilancia en las costas de los municipios Sucre y Cruz Salmerón Acosta se han incrementado en 40% los robos de motores, anzuelos, nailon y redes, utensilios de los trabajadores del mar en sus faenas diarias. “Esta situación se refleja en la disminución de la captura de las especies marinas en esta entidad, la cual ha bajado en la última década en más de 50%”, acotó.
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Sostuvo que en los últimos diez días, los amigos de lo ajeno se robaron en la península de Araya nueve plantas eléctricas que son utilizadas por los marinos en las embarcaciones para trabajar de noche, y eso, unido a los demás hurtos trae como consecuencia que más de 1.000 hombres y mujeres hayan dejado de salir a pescar por temor.
Armando Guerra, quien tiene más de 30 años pescando, recordó que a finales del 2017 el Gobierno nacional hizo entrega de 15 embarcaciones a los cuerpos de seguridad en la región para que brindaran protección a los pescadores y a sus familiares.
“¿Dónde están los once cuadrantes de paz marítimos que se iban a instalar en Sucre, y las lanchas con sus motores que fueron entregadas en diciembre del 2017 por el ex ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz Néstor Reverol al gobernador Edwin Rojas?”, preguntó Guerra, quien afirmó que si estas embarcaciones estuvieran activas realizando su recorrido constantemente, no se presentarían tantos atracos en las costas de Sucre.
“Los atracos dentro y fuera del mar son con armas cortas y largas. El mes de febrero se contabilizaron más de 15 embarcaciones y sus motores robados. Esperan que los pescadores salgan a la mar para saquearles sus casas”, expresó Sonia Rivero, vocera del Consejo de Pescadores de la isla Caracas, al oeste de Cumaná.
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Rivero sostuvo que en reiteradas oportunidades han solicitado por escrito a la Asamblea Nacional Constituyente, los cuerpos de seguridad y la Gobernación de Sucre que instalen un punto de control marítimo en la isla El Venado, pero nadie se pronuncia.
Explicó que el turismo también se encuentra afectado porque los ladrones despojan de sus pertenencias a quienes visitan esta zona del parque nacional Mochima y sobre todo a las 98 familias que habitan en las islas La Picúa, Las Caracas y El Venado.
Sonia Rivero reveló que otro de los problemas que están afectando a los marineros es la dificultad para adquirir gasolina y lubricantes. Ante esta situación, quienes recibieron créditos del Gobierno en el 2017 a través del Fondo Pesquero y Acuícola de Venezuela (Fonpesca), como parte de este acuerdo deben entregar a la institución 1.500 kilos de pescados para recibir un tambor de aceite de 100 litros, lo que representa una pérdida para los pescadores.
“Esa cantidad de pescado se comercializa en las calles y se obtienen Bs. 74.000.000, lo cual alcanza para comprar dos tambores de aceite en 900 dólares, que equivalen a 68.200.000 bolívares según el dólar no oficial. ¿Dónde está la ayuda del Gobierno para estos padres y madres de familia que laboran para llevarle alimentos al pueblo?”, exclamó.
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