Maturín.- Las fallas en el suministro de agua son constantes en la parroquia San Simón de Maturín, donde además se concentra gran parte de la actividad comercial de la capital de Monagas. El lunes 13 de abril, los habitantes denunciaron a El Pitazo que pasan hasta dos meses sin el servicio, responsabilidad de la estadal Aguas de Monagas. .
Luis Caraballo, quien habita en un edificio en la avenida Bicentenario, dijo vía telefónica que la ausencia del agua los obliga a caminar hasta las tomas que están en las comunidades cercanas; los vecinos madrugan y se exponen a la delincuencia. “Los adultos mayores tienen más limitantes por su condición e igual tienen que caminar hasta los puntos de llenado”, agregó.
Caraballo quien reside desde hace 15 años en ese sector, lleva 12 de ellos padeciendo las fallas constantes d el servicio hídrico. La comunidad se organizó, redactó cartas y armó todos los presupuestos que le pidieron en la Alcaldía de Maturín, Aguas de Monagas y los dirigentes políticos para ayudarlos, pero aún siguen esperando soluciones.
Brenlit Azócar también vive en esta parroquia; su casa está ubicada en el sector Viento Colao, detrás del liceo Francisco Isnardi. Indicó que al no tener agua se le dificulta limpiar la casa y cumplir con las normas de higiene contra el coronavirus. “Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y que además cumplan con la recolección de basura y la entrega de los productos del Clap (Comité Local de Abastecimiento y Producción)”, enfatizó.
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En 23 de Enero, los residentes se quejan porque el agua llega cada 15 días, mientras que en Los Guaritos I, parroquia Los Godos, la segunda más grande de Maturín, la gente depende de bombas eléctricas para pegarlas en las tuberías. “Tenemos dos semanas sin el servicio y no todos los vecinos tienen la posibilidad de adquirir bombas para que les llegue agua”, refirió Josibel Astudillo, afectada.
Los residentes gastan más de 200.000 bolívares semanales en botellones de agua potable y pagan en los sitios de recarga para llenar los tambores. Las labores domésticas están restringidas al igual que los baños, algo que les parece injusto ante la ola de calor que hay en la ciudad. “El agua que utilizamos para lavar la aprovechamos en los sanitarios”, comentó Luisa Rivas, habitante del casco central.
A la fecha, no se tiene información de las autoridades gubernamentales sobre las reparaciones eléctricas que se ejecutan en la toma de captación de la planta potabilizadora del Bajo Guarapiche, desde donde se suministra agua al 75% de la población maturinés, estimada en 623.400 habitantes, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
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