Maturín.- Los habitantes del sector Paramaconi II, parroquia La Cruz de Maturín, tienen cuatro meses sin gas doméstico. En noviembre de 2019, el consejo comunal cobró el dinero y realizó el operativo de venta, pero de allí en adelante los vecinos han solventado con cocinas eléctricas y con leña en el patio de las casas. Unos 2.000 residentes están afectados.
Víctor Guerrero es uno de los afectados. Tiene tres años viviendo en la comunidad y mencionó este miércoles, 25 de marzo, a El Pitazo que no todos los residentes tienen dinero para comprar una bombona de gas doméstico revendida, por lo que pidió normalizar la distribución no solo en su comunidad, sino en todo el municipio, donde el Observatorio de Gestión Pública ha denunciado que 80% de la población tiene problemas con este servicio.
LEE TAMBIÉN
ACTIVAN NORMAL PARA CONTROLAR DISTRIBUCIÓN DE GASOLINA EN SUR DE ANZOÁTEGUI
Guerrero refirió que el humo del fogón afecta a los vecinos y que ya ha sabido de casos en los que las familias se han quedado sin electricidad por el uso constante de las cocinas eléctricas. “Estos son equipos que utilizan mucha electricidad y ya he sabido de casos de sobrecargas que afectan directamente a la toma principal de la casa”, explicó.
El vecino también mostró su preocupación por la falta de agua. Hace una semana se dañó la bomba del tanque del que se surten, y a la fecha, Aguas de Monagas no la ha reparado. “Creo que deberían darnos respuestas a esto con prontitud, porque una de las medidas para evitar la propagación del coronavirus es lavarnos las manos, pero sin agua no podemos”, expresó por su parte María Alvarado, otra vecina.
Alvarado contó a El Pitazo que deben caminar hasta 40 minutos para llegar hasta el sector más cercano y así tomar de una tubería que está en la calle. Menciona que las colas son largas y que deben levantarse temprano para ser de los primeros en surtirse; algunos vecinos se apoyan con carretillas para llevar los botellones, mientras que otros solo usan sus manos.
conLEE TAMBIÉN
AUTORIDADES EN ANZOÁTEGUI EVALÚAN DETENER A INFORMALES QUE VIOLEN MEDIDAS SANITARIAS
Los residentes que tienen menos recursos económicos hierven esa misma agua y la toman, pero los que pueden comprar botellones gastan más de 300.000 bolívares a la semana, en especial si se trata de una familia de cinco personas, como la de Alvarado.
Guerrero y Alvarado también denunciaron la ausencia de transporte público en la comunidad. Los que están más cerca de la avenida principal caminan menos, pero los que no, como Guerrero, recorren entre 600 y 800 metros para tomar un transporte público que los lleve hasta el centro de Maturín. Además, se quejaron por la ausencia del servicio de recolección de basura, lo que ha hecho que la gente queme los desechos.
