Maturín.- El cansancio no importó. Una vez más, la falta de luz fue el motivo para salir a protestar este 6 de abril. Quienes habitan en el Oriente venezolano siguen de cerca las convocatorias del presidente encargado, Juan Guaidó, y de forma pacífica volvieron a exigir la restitución completa del servicio eléctrico, además del cese de la usurpación.
Las ganas de seguir en la calle no fueron opacadas por la presencia de afectos al oficialismo en zonas cercanas a las concentraciones en Anzoátegui y Sucre. Tampoco lo hizo la llegada de policías y de guardias nacionales a los puntos de Maturín, donde aprovecharon de fotografiar a los presentes.
El diputado de la Asamblea Nacional por el estado Sucre, Dencys Pazos, denunció que los colectivos que estaban en la concentración oficialista quisieron amedrentarlos y agredirlos a la altura de la plaza Bolívar. «Estos colectivos son pagados por el gobierno usurpador. No nos llevamos por estas intimidaciones, nuestra meta es lograr el cese a la usurpación y unas elecciones libres», declaró Pazos, quien se solidarizó con su colega Robert Alcalá, quien ha sido perseguido por el gobierno.
Para el diputado, no hay justificaciones para las persecuciones y violaciones constantes de la Constitución de la República, que «utiliza este gobierno para sembrarle el miedo a los venezolanos. Basta ya. Vamos bien», agregó.
El diputado Héctor Cordero también hizo una denuncia similar desde El Tigre, sur de Anzoátegui. Mostró su indignación por la detención de sus homólogos, Nora Bracho y Renzo Pietro en el estado Zulia, por acompañar «al pueblo en el rechazo de este régimen que está acabando con el país«, sostuvo.
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Exigen servicios básicos
En las protestas también se exigieron mejores servicios básicos y un gobierno de transición. En Barcelona, la marcha opositora llegó hasta la sede de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), en la avenida Cajigal, instalaciones que están abandonadas y que los anzoatiguenses escogieron para demostrar la ineficiencia del actual régimen.
Quienes partieron desde la avenida El Ejército de esa ciudad pidieron apoyo para Guaidó, rechazando la postura de líderes políticos de la zona, pues aseguran que han abandonado la calle y que solo aparecen en determinados momentos para buscar protagonismo.
Vecinos como Carlos Durán, de El Tigre, recordaron las calamidades que pasan cuando se les va la luz por más de ocho horas. Durán habló en medio de la protesta, que estuvo marcada por cacerolas, gritos y consignas en contra de Maduro y en apoyo a Guaidó.
En Maturín, también se quejaron de lo mismo. Andrea Zapata, habitante de la calle Casaulidad, insistió en que ningún venezolano puede acostumbrarse a pasar 36 horas sin servicio eléctrico o a estar incomunicados porque la señal de telefonía celular se cae. «Aquí tenemos que salir a protestar las veces que sean necesarias», dijo mientras caía una lluvia sobre la ciudad que no corrió a la gente a sus casas.
Los habitantes de Cumaná están conscientes de la situación, y por eso salieron a la calle gritando consignas como «Maduro, Maduro, no quiero más mechuzos, por tu culpa huelo a humo». Eso se escuchó durante el recorrido hasta la sede de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe), donde cuatro dirigentes vecinales tomaron la palabra para enviar su apoyo a Guaidó.
«Estamos aquí por la libertad de Venezuela y los venezolanos, que estamos cansados de vivir con hambre, miseria y corrupción«, mencionó Ana Briceño, una de esas vecinas que tomó la palabra durante la actividad en Cumaná en la que participaron los gremios y la sociedad civil.
Con información de Jesymar Añez Nava, Yesenia García, Marinelid Marcano, Giovanna Pellicani y Joanne González
