Observatorio de Gestión Pública pide a tribunales investigar deforestación en Maturín

Maturín.- El Observatorio de Gestión Pública introdujo un amparo constitucional en los tribunales civiles del estado Monagas ante lo que calificó como una deforestación del pulmón vegetal de Maturín. El coordinador de la organización, Luis Díaz, dijo que se trata de una acción que busca proteger los derechos ambientales individuales y colectivos de los maturineses.

Díaz sostiene que la medida se rige en los artículos 27, 28 y 29 de la Constitución de la República de Venezuela; espera que el órgano administrador de justicia acoja el amparo y ordene una investigación por la tala de más de 100 árboles en las avenidas Juncal, Libertador, Orinoco, Bicentenario y el sector Brisas del Orinoco.

Al mismo tiempo, solicita que se le exija al alcalde de Maturín, el oficialista Wilfredo Ordaz, que explique cuál ha sido el destino de la madera, pues en el Ministerio del Ambiente no hay reportes al respecto, según informaciones que manejan.

“El alcalde dijo que tenía un permiso para talar los árboles, pero resulta que ese permiso es del Instituto Autónomo Municipal de Ambiente, que no tiene la facultad para otorgar un permiso de ese tipo”, indicó.

La mayoría de los árboles removidos por órdenes de Ordaz son de la especie caoba, seguidos del apamate. A principios de esta semana, Alejandro Mata, integrante del Observatorio de Gestión Pública, dijo que cada metro cúbico de caoba tiene un precio de 3.500 dólares en el mercado y que es usada, entre otras cosas, para fabricar techos de casas.

Sobre la reciente plantación de matas florales que inició el alcalde en los mismos sitios donde hizo la tala, Díaz sostuvo que la siembra de ixoras y palmas no reemplaza a las caobas y los apamates. “Esto es solo un ornato para cubrir el daño que ya hizo, pero nada de lo que haga va a resarcir el daño al pulmón vegetal de Maturín”, insistió.      

El Observatorio de Gestión Pública aseguró que los maturineses ya padecen las consecuencias de la tala de árboles, pues no hay ramas que sirvan como bloqueador de los rayos solares que caen de forma directa sobre el asfalto, aumentando así el vapor y las altas temperaturas en la ciudad.