Maturín.- El fin de semana, una mujer abandonó a un recién nacido en un pasillo del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar, frente a unas escaleras que comunican el interior del centro asistencial con el depósito y la morgue. El hallazgo fue hecho por un camillero y su compañera de trabajo a eso de las cuatro y media de la tarde del sábado 12 de octubre.
Julio César Chaurán bajaba dos fetos a la morgue cuando se percató de que algo se estaba moviendo en el armazón de una camilla. Cuando dio unos pasos detalló que se trataba de un bebé, así que soltó la camilla en la que llevaba los pequeños cadáveres y tomó en sus brazos al bebé para llevarlo por asistencia médica en la emergencia pediátrica.
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Chaurán recuerda que el recién nacido aún tenía el clan umbilical y que en sus pies se apreciaba la tinta con la que le tomaron las huellas al momento de su presentación. “Estaba tranquilito. Recuerdo que vestía un monito marrón claro, una franelilla blanca, un suéter verde y un gorrito de igual color”, detalló el empleado del centro asistencial.
El bebé pesa 3,300 kilogramos, mide 48 centímetros y es de piel blanca. Se encuentra recluido en el retén del segundo piso del hospital de Maturín, bajo el cuidado de las dos enfermeras del aérea y empleadas de la casa de abrigo Niño Jesús, donde se espera que sea albergado en los próximos días. Un grupo de funcionarios policiales también presta colaboración para su custodia.
De acuerdo con personal del retén, el lactante se encuentra en condición estable y no tiene golpes. Ya le realizaron los exámenes de rigor y los resultados fueron favorables. El Banco de Leche del Núñez Tovar garantiza su alimentación, mientras que el hospital la ropa y pañales. En el sitio no especificaron cuándo sería trasladado hasta la casa de abrigo.
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