Maturín.- Los habitantes de los municipios Caripe y Cedeño de Monagas se sumaron a las protestas por servicios públicos en el Oriente de Venezuela. Este 30 de septiembre, residentes de Caripe tomaron las principales calles para exigirle al gobierno de Nicolás Maduro calidad de vida mientras que el día anterior, el 29, en Cedeño los vecinos manifestaron su cansancio por cocinar con leña.
Ambas manifestaciones fueron pacíficas, solo en Caicara de Maturín (Cedeño) se presentaron comisiones de la Guardia Nacional para mediar con los manifestantes para que abrieran el paso. Las personas reclamaron tener hasta cinco meses esperando la venta de bombonas de gas doméstico. Alegaron que la leña ya se está agotando y que el humo genera afecciones respiratorias.
En Caripe, los vecinos denunciaron que pasan hasta cuatro días sin agua potable y que gran parte de la población acude hasta la Frutícula de Caripe para surtirse; “el agua no es tratada y a pesar de eso se forman largas colas porque esa es la única manera que tenemos de abastecernos”, contó Milagros Zambrano, ama de casa.
Zambrano afirmó a El Pitazo, vía telefónica, que salió a ejercer su derecho a manifestar de forma pacífica con un cartel que hizo con marcadores y se apostó en la calle principal del sector Los Cigarrones para invitar a los demás vecinos a participar en el reclamo ciudadano. “Nosotros estamos en un pueblo que se supone que por ser turístico no deben fallar los servicios y resulta que fallan todos los días”, expresó.
Juan Carlos Centeno, vecino, enumeró esos problemas: “Nos quedamos sin luz hasta cuatro veces al día y recientemente, pasamos veinticuatro horas sin ella; tenemos cuatro meses sin gas doméstico, no hay transporte público por la ausencia de gasolina y el efectivo es escaso”.
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En Monagas, los habitantes de ocho de los trece municipios han denunciado que la escasez de gas doméstico lleva hasta ocho meses, especialmente en los municipios más alejados de Maturín, que es la capital, como lo son los del sur. Las fallas de luz son constantes y duran entre una y seis horas en el último mes.
Las lluvias han ocasionado la paralización de las potabilizadoras debido a la turbidez de los ríos, especialmente en Maturín, donde los pobladores han asegurado que la suspensión del servicio hídrico, incluso, ocurre en tiempos de sequía.
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