Universidad de Oriente, UDO. Foto: archivo
Maturín.- El Núcleo Monagas de la Universidad de Oriente (UDO) volvió a ser blanco de la delincuencia la noche del 11 de abril. Un mes atrás se llevaron 25 computadoras del aula virtual. El dirigente del movimiento estudiantil UDO 70, Javier Cisneros, denunció este lunes 13 que gran parte de los equipos tecnológicos fueron hurtados de la Escuela de Ingeniería junto a material de oficina.
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A través de una llamada telefónica, Cisneros explicó a El Pitazo que 2.500 estudiantes de las especialidades de Petróleo, Sistemas y Agronomía son los afectados. “Violentaron las puertas de todos los departamentos donde los profesores tienen sus materiales y objetos. Además entraron a los laboratorios de yacimientos, de computación, de perforación y de riegos”, detalló el estudiante, quien además mencionó que los vigilantes se dieron cuenta del hecho al día siguiente, pero que las autoridades no pudieron ir a verificar la situación de forma inmediata por falta de gasolina.
Los delincuentes cargaron hasta con los marcadores que utilizan los profesores en las pizarras acrílicas, además de filtros de agua. Cisneros indicó que todo esto dificultará aún más el aprendizaje en la universidad, cuya matrícula no alcanza los 10.000 alumnos inscritos. Manifestó su temor al no saber en qué condiciones conseguirán la universidad luego de que termine la cuarentena nacional por el COVID-19.
“Las clases virtuales no se podrán dar por el desvalijamiento de la alma mater, incluso del área de control de estudios, porque se llevaron los discos duros en los que se almacenaban todas las pruebas y toda la información de la carga académica de todas las carreras. Entonces se dejó al libre albedrío de cada profesor contactar a cada estudiante para ver cómo se podría avanzar”, refirió.
La UDO solo cuenta con dos vigilantes por cada guardia desde hace dos años, pero lo ideal es que sean 25. El dirigente estudiantil refirió que la diáspora forzó la salida de todos los celadores y los cargos se mantienen vacantes por una razón sindical. “Ellos no son suficientes para resguardar un campus tan grande como el nuestro. Existe un tercer vigilante, pero este es el supervisor”, expresó.
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La falta de seguridad obligó a los mismos estudiantes a cerrar el paso de la universidad por el que entraron los asaltantes de Geraldo Ledezma en noviembre de 2019. A Ledezma le dispararon tras resistirse al robo de un celular en el área comunal, de donde también se llevaron materiales la noche del sábado 11 de abril.
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