Barcelona.- En el Internado Judicial José Antonio Anzoátegui, de Barcelona, mejor conocido como Puente Ayala, tendrá que cumplir su condena José Javier Barreto Curbata, de 24 años de edad, quien fue sentenciado a 28 años de prisión por haber asesinado a una joven de 16. El hecho ocurrió en la zona norte del estado Anzoátegui.
Se trata de Verónika Odaissa Corona Lara, una adolescente que salió de su casa el 31 de enero de 2018 y nunca más volvió. Iba a encontrarse con un muchacho, con quien se citó a través de las redes sociales, y aunque su familia la buscó por más de cinco días, cuando supieron de su paradero ya era muy tarde.
Zoraida Lara, madre de la adolescente, contó que sospechó de Barreto Curbata desde que su hija desapareció. Ella le había hablado de él y sabía que gustaba de su muchacha, pero Verónika le manifestó que no buscaba un noviazgo porque estaba dedicada a sus estudios, lo que aparentemente desató la ira del joven.
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Durante la entrevista concedida al equipo de El Pitazo en el 2018, Lara reveló que el muchacho había citado a Verónika en el Paseo de la Cruz y el Mar para despedirse, porque supuestamente se iba de Venezuela; pero luego, bajo engaño, se la llevó a otro lugar. Zoraida Lara juró hacer justicia por la muerte de su hija luego de que hallaron su cadáver en una zona boscosa.
Barreto Curbata se encuentra detenido en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), del municipio Bolívar, pero según cuenta, allí tiene algunos privilegios, por lo que pidió su pronto traslado hasta la cárcel de Puente Ayala.
Barreto Curbata había llevado a Verónika bajo engaño hasta un terreno baldío en el parque La Sirena del municipio Guanta, zona donde fue estrangulada y lanzada por un barranco. Cuando supieron donde se encontraba, ya estaba en avanzado estado de descomposición.
Fue el mismo Barreto Curbata quien reveló dónde estaba el cuerpo de la joven y lo que había ocurrido. Durante su confesión también contó que su primo Jhonatan Curvata estaba involucrado en el hecho, pero de este último no se sabe su paradero.
Verónika había salido a comprar la tela que usarían para confeccionar el vestido de su graduación como bachiller. La joven aspiraba, una vez obtenido su título, a estudiar Comunicación Social.
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