Monagas.– Las amenazas de despido y los rebusques económicos forman parte del día a día de los educadores que viven en el oriente venezolano. En el segundo día del paro nacional de 72 horas, los maestros de Anzoátegui, Monagas, Nueva Esparta y Sucre quisieron resaltar estos dos aspectos que ya forman parte de su cotidianidad.
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Las amenazas se volvieron cotidianas desde hace un año, cuando comenzaron las protestas para exigir reivindicaciones salariales. La presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros en el estado Anzoátegui, Maira Marín, denunció que los profesionales que se unieron al paro están siendo amenazados y amedrentados para que desistan de continuar con la jornada de protesta, que tiene como objetivo exigir beneficios laborales y salarios justos.
“Hemos recibido reportes de las escuelas Jesús María Bianco y Severiano Hernández, ambas ubicadas en la zona norte del estado, y de la Unidad Educativa Carvajal, en Valle de Guanape, ubicada en la zona sur, donde los directivos amenazaron a los maestros con sustituirlos con representantes de las Ubch. A pesar de esto, seguiremos dando la batalla”, sostuvo.
Ángel Quijada es presidente de la Federación Venezolana de Maestros en El Tigre, en el sur del estado Anzoátegui, y señaló que en este segundo día de paro los directivos de las escuelas nacionales siguen amedrentando al personal de reciente ingreso, pues estos maestros son los que tienen mayor temor de ser sustituidos.
En Carúpano, estado Sucre, los docentes se congregaron nuevamente en el pórtico de la Iglesia Santa Catalina, y en Cumaná en el centro de la ciudad, donde marcharon hasta la Zona Educativa exigiéndole a su jefa, Karenlys Sánchez, y demás autoridades que dejen la persecución, pues están ejerciendo una protesta legal.
“Nos están persiguiendo cuando el gobierno de Nicolás Maduro ha violado en 90% la contratación colectiva y pretende criminalizar al docente ofreciéndole hasta cárcel por protestar”, aseveró el presidente del Sindicato Venezolano de Maestros Sucre-Cumaná, William Figueroa. El gremio en esta zona del país denunció que no solo los maestros están pasando hambre sino también los alumnos, porque en las escuelas no se sirven proteínas para acompañar el arroz o la pasta que sirven de almuerzo.
A los maestros del estado Monagas no les ha quedado otra que rebuscarse con otras actividades para aumentar sus ingresos económicos. “No podemos contar con el salario del Ministerio de Educación porque no es suficiente para alimentarnos; imagínate que ni siquiera los aguinaldos fueron suficientes para hacer un buen mercado”, dijo Wilerma Abreu, docente de inglés.
Las docentes preparan galletas y helados y venden zarcillos a precios accesibles para reunir el efectivo que necesitan para pagar el pasaje en transporte público. Los educadores, por su parte, venden sardinas frescas o taxean si tienen vehículo, como Luis Guédez, quien después de dar clases de educación física sale a la calle a rebuscarse.
El secretario de Formación de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Avelino Pastrana, dijo que todo esto forma parte de la realidad de los educadores, quienes poco a poco han vencido el miedo a protestar en contra de un gobierno que ya acumuló una deuda de 237% de aumentos salariales y que solo les paga un salario mínimo en lugar de ocho, como lo establece la convención colectiva que hoy están defendiendo.
Pastrana llamó a la sensatez al cuestionado Nicolás Maduro, pues es necesario que se le dé la importancia que merece a la lucha de los educadores venezolanos y que se unan esfuerzos para rescatar el sistema educativo. “Si el Gobierno sigue con esa posición, iremos a una huelga general, porque no estamos dispuestos a seguir pasando hambre y penumbras, porque ni siquiera tenemos un seguro médico”, sentenció.
Nuevamente, los maestros del estado Nueva Esparta dejaron sus aulas de clases para tomar las calles y mantener su reclamo por los bajos salarios que perciben. Manifestaron que en vista de la situación económica, deben buscar otras alternativas de trabajo que les permitan por lo menos cubrir algunas de sus necesidades y las de sus familiares.
Lamentan que sus años de estudios y preparación para impartir y formar a los niños, niñas y adolescentes en el área académica actualmente no sean valorados por las autoridades nacionales. “Ya los maestros no tenemos cómo asistir a nuestros colegios porque no tenemos ni cómo pagar transporte, ni cómo comprar ropa, zapatos, ni cómo darles de comer a nuestros hijos, que también necesitan para ir a sus universidades o a sus colegios”, manifestó el coordinador del Comando Intergremial del Magisterio del estado Nueva Esparta, Fermín Rivero.
Rivero indicó que al menos 15.000 docentes de la entidad neoespartana se sumaron al llamado de paro como señal de cansancio por el malvivir. “Nos sentimos complacidos de la receptividad que hemos tenido en la calle y de todos los maestros y de los padres y representantes, a quienes les damos las gracias por apoyarnos en esta lucha. El paro se cumplió 90% en el estado Nueva Esparta”. Mientras recorrían las calles de Juangriego, a una voz se hicieron escuchar con la consigna “Somos docentes, no somos delincuentes”.
Equipo de corresponsales de Oriente
Jesymar Añez, Lisbeth Miquilena, Yesenia García, Jesús González, Giovanna Pellicanni, Marinelid Marcano
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