Porlamar.– Para quienes viven en la parroquia La Sabaneta, de Juangriego, cada día es más insoportable la falta del servicio de agua. Manifiestan que pasan los 20 días establecidos en el ciclo por la empresa Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) y no les llega nada, y aseguran que pasan más de un mes sin el suministro.
A este problema se le suma la falta de alumbrado público, lo que ha traído como consecuencia el incremento del índice de inseguridad en la zona. «Aquí vivimos como un pueblo olvidado y sin ley, pues ninguna autoridad se acuerda de las necesidades que padecemos. No hay agua, ni alumbrado y mucho menos operativos policiales que minimicen los robos que ocurren», expresó Ángela Calzadilla, habitante del lugar.
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También se quejan de las condiciones en las que se encuentran las calles ante el número de huecos y la ausencia de asfaltado. Lamentan que en un país como Venezuela cada vez son más las comunidades en estas condiciones.
Calzadilla también señaló que los problemas que padecen no son atendidos ni por el gobierno nacional, regional, municipal ni por el Consejo Comunal. «El querer ser eficiente se trata de por lo menos tener voluntad de ayudar a las personas más necesitadas y buscar la manera de dar respuesta, y eso es lo que menos sucede acá, sobre todo con el Consejo Comunal, que son las autoridades más cercanas y viendo que existen varias familias viviendo en una misma casa y hasta con niños discapacitados, son incapaces de buscar cómo ayudar, así sea con unas bolsas del Clap».
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Otros sectores vecinos del municipio Marcano, como la parroquia capital, también padecen estos problemas. A pesar de acudir ante las autoridades, no son atendidos, por lo que durante la visita de la organización no gubernamental Juventud Insular a ambas comunidades se pudieron constatar y recabar dichas denuncias, y además los integrantes de la ONG ofrecieron a los vecinos una tarde de cine comunitario.
