Carúpano.– 2.000 familias que pertenecen a ocho comunidades de la parroquia Santa Teresa de la ciudad de Carúpano, capital del municipio Bermúdez, estado Sucre, se trasladaron este miércoles, 6 de febrero, hasta el Ayuntamiento local para solicitarles a los concejales la destitución del gerente de Hidrocaribe, Juan Carlos Rivero.
Nohelis Visáez, vocera de la comunidad de Tío Pedro, destacó que desde hace seis meses al pozo de agua de Pdvsa que los surtía de agua se le dañó la bomba y hasta la fecha no ha sido reactivado. “Este funcionario se ha burlado de nosotros y nos ha dicho en reiteradas oportunidades que van a conseguir la bomba para habilitar el pozo que nos surte de agua, pero nada ha sucedido», indicó.
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Las familias que se encontraban en la sala de sesiones José Grau Machado, donde fueron atendidas por los concejales, manifestaron que estaban indignados ante la falta de respeto del representante de la hidrológica. “El domingo, en el acto del 3 de febrero en homenaje al Mariscal de Ayacucho, prometió, en presencia de los concejales, que el día martes, 5 de febrero, colocarían la bomba de agua en el pozo de Pdvsa, pero hasta la fecha no lo han hecho. Les solicitamos a los concejales la destitución de Juan Carlos Rivero”, manifestó la vecina.
Visáez expuso que la comunidad de Tío Pedro le entregó al funcionario Rivero el año pasado 3.000 bolívares soberanos para el acondicionamiento de un camión que sería utilizado para abastecer de agua a las familias. “Juan Carlos Rivero nos dijo en la comunidad que Hidrocaribe tenía un camión y que si le conseguíamos 3.000 soberanos para pagar su arreglo, lo colocaría a disposición de la comunidad de Tío Pedro. Resulta que cuando fueron a buscar el camión, también le faltaba una batería, situación que también fue resuelta. Pero luego Rivero nos dijo que el trabajo que se le mandó hacer al camión quedó malo; por lo tanto, quedamos sin nada, igual que antes”, puntualizó la vocera.
Agudizarán protestas
Las familias de las comunidades Tío Pedro, Los Bloques, Terrazas, Boca de Río, San Juan Bautista, El Tigre y Valle Alto también denunciaron que la población infantil tiene enfermedades en la piel y digestivas por la falta de agua. Señalaron que el agua de los camiones cisternas tiene un valor de hasta 15.000 soberanos y lo que ganan no les alcanza para costearlos.
