Maturín.- La capital de Monagas, Maturín, es uno de los estados con más detenidos en protestas por servicios básicos, denuncia el asambleísta Carlos Bastardo.
Entre la última semana de marzo y la primera de abril se contabilizaron 41 aprehensiones de este tipo. A ese listado se le suman cinco habitantes de la urbanización Laguna Paraíso apresados por la misma causa.
De la cantidad de detenidos, 18 son habitantes de La Pica, quienes salieron a la calle a manifestar por la ausencia de gas doméstico y el retraso en la entrega de las bolsas del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap).
Todos ellos fueron privados de libertad en la audiencia de presentación por 45 días mientras se sigue con la fase de juicio. El resto, 23, han sido arrestados en manifestaciones por la ausencia del servicio eléctrico.Un grupo de ellos por quemar caucho en la plaza Piar.
De acuerdo a lo que ya ha informado el Foro Penal, a los privados de libertad les han imputado los delitos de asociación para delinquir, quema de caucho y obstrucción de la vía pública.
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El diputado de la Asamblea Nacional (AN) por Vente Venezuela, Carlos Bastardo, dijo en rueda de prensa que todas las detenciones son arbitrarias y que cada uno de los casos fueron llevados hasta la Asamblea Nacional (AN) a través de su par Juan Pablo García.
Bastardo sostuvo que cada una de esas personas ejercían su derecho a la protesta, algo que, a su juicio, las autoridades gubernamentales y de seguridad en Monagas intentan criminalizar para lograr que «la gente se quede en su casa sin protestar ante lo que ocurre».
Para el asambleísta, la manifestación se convierte en el desahogo de aquellos vecinos que padecen las consecuencias de un apagón o de la ausencia de cualquier servicio básico.
Ante las continuas aprehensiones, pidió actuar con inteligencia. Considera que ante el aumento del número de presos, los gobernantes están engrosando sus expedientes y «tendrán que responder cuando llegue un gobierno legítimo».
Hizo un llamado a los funcionarios que siguen las órdenes: «absténganse a seguir estas órdenes porque cuando tengan que rendir cuentas no podrán escudarse en eso, no se conviertan en los verdugos del régimen».
Le preocupa el hecho de que Maturín ocupe la lista de una de las ciudades más violentas en el país y que los funcionarios de seguridad sean utilizados para amedrentar a los ciudadanos y no para defenderlos de la delincuencia.
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