Los conductores del transporte público y propietarios de vehículos, hacen guardias en las inmediaciones de las estaciones de servicios, casi las 24 horas del día, con el propósito de abastecerse y llenar el tanque de las unidades en la ciudad de Tucupita.
Los choferes del transporte público, es uno de los sectores que ha mostrado fuerte demanda y deficiencia de combustible lo que les impide cubrir las rutas y brindar el servicio de transporte a los usuarios en la ciudad.
Solo en el mes de abril, los conductores manifestaron su malestar con paro escalonado que afectó a los pasajeros por más de cinco días.
El equipo de El Pitazo, en monitoreo realizado en la ciudad, constató el aumento en el número de vehículos que realizan su velada en forma constante en las adyacencias de cuatro bombas de gasolina: la estación de servicio La Salida, La Texaco de la Redoma, estación de servicio Tucupita y la bomba de San Rafael, son las que presentan demanda permanente de gasolina por las megas colas en sus alrededores.
Mientras que dos estaciones de servicios fluviales, ubicada en los muelles de Volcán y la Horqueta permanecen cerradas o sus servicios son restringidos para las embarcaciones que surcan los caños del Delta del Orinoco bajo la supervisión y aprobación de los militares para el abastecimiento de las movilizaciones fluviales.
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Jesús Filis, de la línea “Conductores Amacuro” ha sido enfático al señalar las trabas que se les presentan para el llenado de las unidades por los efectivos militares que custodian las estaciones de servicios por el contrabando y la reventa de gasolina en la ciudad.
Mientras tanto, Tucupita permanece semiparalizada ante la demanda de combustible que ha convertido las adyacencias de las estaciones de servicios en parada obligatoria para los propietarios de vehículos y conductores del transporte público.
