Los trabajadores acudieron a votar con ayuda y hasta con la hidratación en la vena | Foto: cortesía Miguel Botello
El Tigre.- Después de tener seis días en huelga de hambre, el trabajador despedido de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Miguel Botello, se cosió los labios como parte de la radicalización de la protesta que inició el lunes 30 de noviembre en los portones del edificio de la Faja Petrolífera del Orinoco, en El Tigre, sur de Anzoátegui.
Botello quien comenzó está acción junto a Oswaldo Istudy y, a la que 48 horas después se le sumaron Roy Bolívar y Luis Díaz, tras ser despedidos en diciembre de 2019, se desencadenó para trasladarse hasta el liceo Juan Pablo Rojas Paúl en la avenida Peñalver, para ejercer su derecho al voto y así demostrar que su lucha no es un juego sino que busca la restitución de los derechos contractuales y humanos que como trabajadores les fueron vulnerados.
A las 11:30 a.m. Botello llegó al centro de votación en compañía de Roy Bolívar y Luis Martínez, dónde los efectivos militares al verlo con los labios cocidos le permitieron el paso con mayor rapidez.
Por mensaje de Whatsapp, Botello contó a El Pitazo que continúa en la huelga hasta donde logré aguantar. «En vista de la indolencia de esta gente (gerencia de Pdvsa) decidí coserme la boca para que vean que esto no es juego, sino una lucha por nuestros laborales, esto es en serio y llegaré a donde deba llegar», escribió Botello.
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El trabajador recordó que desde el pasado jueves su compañero Oswaldo Istudy se encuentra en su casa en delicado estado de salud, debido a la descompensación total que sufrió en la huelga y que le ameritó estar hospitalizado unas horas en el hospital de San Tomé.
Destacó que por ahora seguirá en la huelga junto a Bolívar quien recibe hidratación vía intravenosa y Luis Díaz quien es el único trabajador activo de los cuatro huelguistas, pero que lucha para que le reconozcan sus derechos y la industria petrolera asuma los gastos médicos después de sufrir quemaduras en el 60% del cuerpo en medio de una actividad laboral.
Botello y sus compañeros después de sufragar retornaron al lugar de la protesta dónde permanecerán hasta que logren una respuesta satisfactoria o que sufran descompensación.
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