Soporte psicológico en atletas juveniles

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Por: Karina Monsalve

El aspecto psicológico está presente en el mundo del deporte influenciando tanto en la conducta y comportamiento del adolescente como en su rendimiento deportivo.

Muchas veces los obstáculos más grandes que encuentra un deportista para lograr sus metas son las barreras mentales que se pone a sí mismo, de allí que hoy haremos un breve recorrido por las diferentes técnicas y estrategias psicológicas que pueden emplear los atletas juveniles para mejorar su rendimiento y para manejar los momentos de crisis.

Las emociones, los  sentimientos, lo pensamientos, las preocupaciones de los jóvenes repercuten en el desempeño y en el rendimiento deportivo tanto individual como colectivo, ya que son la base de los estados de ánimo, de los cambios de humor y de los posibles trastornos de conducta.

Recordemos que la adolescencia es una etapa de cambios. Donde se presentan las mayores crisis y los mayores desafíos, no solo por sus cambios biológicos, cognitivos, sociales y sexuales, sino por la constitución de la personalidad y la identidad.

Además de los cambios propios de esta etapa evolutiva, hoy en día, con la llegada del COVID-19, el mundo del adolescente se ve amenazado y alterado, debe lidiar con la complejidad de desarrollarse sin el frecuente intercambio social. Al adolescente se le ha arrebatado su exterioridad que es por naturaleza donde se desarrolla su mundo. Ha tenido que batallar, con los cambios que ha traído esta situación mundial; la cual ha implicado el manejo de la frustración de haber detenido su entrenamiento, la rabia de no haber logrado la meta planteada para este año, la ansiedad que  genera la incertidumbre de no saber cuándo regresarán a las competiciones, y en los casos más difíciles la depresión instaurada por todo lo complicado de la situación.   


Al adolescente se le ha arrebatado su exterioridad que es por naturaleza donde se desarrolla su mundo. Ha tenido que batallar, con los cambios que ha traído esta situación mundial; la cual ha implicado el manejo de la frustración de haber detenido su entrenamiento, la rabia de no haber logrado la meta planteada para este año

Karina Monsalve

Bajo este escenario de conflictos y crisis, ¿cómo podemos ayudar desde el punto de vista psicológico a los jóvenes atletas, para mantener su rendimiento y recuperar la motivación en su deporte?

En primer lugar, es importante que el joven mantenga un contacto permanente con su entrenador y equipo de apoyo. Que pueda reajustar y redefinir la meta que se había planteado este año. El establecimiento de un plan de acción concreto, le permitirá organizarse y estructurarse de tal manera que pueda iniciar un ciclo nuevo con expectativas nuevas y reales.

Este plan de acción debe incluir el registro de los objetivos específicos (el qué quiero), luego el cómo lo voy a lograr (cuáles son las estrategias a emplear), los recursos que voy a necesitar y finalmente colocar la fecha límite a cumplirlo.

En segundo lugar, debemos centrarnos en mejorar el funcionamiento psicológico del deportista ya que éste puede influir de manera positiva o negativamente en su funcionamiento físico, técnico y táctico y por tanto en su rendimiento. El conocimiento psicológico que el joven tenga de sí mismo y de sus capacidades podrá contribuir decisivamente a lograr los objetivos específicos.

Para ello, se entrenan las habilidades psicológicas, que son toda la gama de funciones cognitivas y recursos neuropsicológicos, que se necesitan para el rendimiento deportivo, tales como: motivación, atención, concentración, control del estrés, ansiedad, confianza, entre otras.

Estas habilidades psicológicas son entrenables, por lo que la psicología deportiva tiene como uno de sus objetivos potenciar las habilidades psicológicas ya existentes en el deportista y/o corregir aquellas que están en un nivel deficitario.

En tercer lugar, se deben trabajar las cogniciones de ese atleta, es decir, sus pensamientos en el campo de su ejecución. El joven debe aprender a identificar los pensamientos negativos o inadecuados que pudieran interferir en su rendimiento y por ende en su ejecución final. Una vez detectados y reconocidos estos pensamientos se podrán empezar a transformar en pensamientos más adecuados y positivos.

En cuarto lugar, el joven atleta puede empezar a aprender a trabajar las técnicas de respiración, relajación y visualización. Estas tres técnicas le permitirán mantener el control de sus niveles de activación, el control del estrés situacional y la proyección mental de su ejecución mediante los ejercicios de imaginación, que le generarán a su vez una mayor de seguridad en sí mismo.

En quinto lugar, como parte del soporte psicológico de todo atleta joven, es imprescindible que éste cuente con el apoyo y la contención de sus adultos significativos o padres. El acompañamiento y sobre todo la aprobación y el refuerzo positivo que brinda la familia es parte esencial de la confianza y seguridad de todo atleta.

Finalmente, es importante que dentro del esquema de entrenamiento físico, táctico y técnico de ese deportista, exista un espacio para: el control médico, la supervisión nutricional, la planificación del descanso y recuperación y un aspecto a destacar, que exista un espacio para el entretenimiento y la diversión. Es muy importante para un joven atleta disfrutar de su actividad, buscar los espacios para el encuentro social y relacionarse con su grupo de amigos.


KARINA MONSALVE | @karinakarinammq

Psicóloga clínica del Centro Médico Docente La Trinidad